El consumo excesivo de grasas puede ocasionar el taponamiento de las arterias y causar un infarto al miocardio. (USI)
El consumo excesivo de grasas puede ocasionar el taponamiento de las arterias y causar un infarto al miocardio. (USI)

Jean Paul Osores

josores@gmail.com

Tenemos conocimiento de que nuestro corazón late las 24 horas del día sin cesar y, gracias a ello, la sangre puede llegar a cada rincón de nuestro cuerpo humano. La causa más frecuente en el mundo de muerte está relacionada a problemas en el corazón y también la enfermedad del mismo un gran generador de discapacidad. Con los años y el estrés del día a día, nuestra salud puede que se vaya deteriorando o simplemente cambiando, las personas suben de peso, se vuelven sedentarias, tienen problemas de sueño, se alimentan mal, consumen medicamentos, algunos café o alcohol en exceso, entre muchos de los malos hábitos de vida que pueden contribuir en forma silente a que el músculo más importante se enferme. ¿Cómo podemos prevenir un problema al corazón? Bueno, es sencillo recomendarlo, pero muchas veces difícil ponerlo en práctica en el día a día. La respuesta es con la práctica de actividad física constante. Debemos saber que tenemos una frecuencia cardiaca segura (este número seguro se obtiene restándole a 220 la edad de la persona; por ejemplo, edad del paciente: 50 años / frecuencia cardiaca segura: 170 pulsaciones por minuto), con la cual podemos empezar a hacer ejercicio sin que esto nos lleve a presentar problemas como fatiga, hipertensión arterial, angina de pecho, dolores de cabeza, palpitaciones, entre otras molestias. Caminar durante 45 minutos como mínimo es excelente para poder acondicionar nuestro corazón, podemos caminar o trotar ligero y si podemos llevar una conversación sin agitarnos, esto quiere decir que vamos por buen camino. Por el contrario, si nos agitamos a simple caminar o trotar y no podemos seguir una conversación, debemos tener cuidado y revisar nuestras pulsaciones para hacerle seguimiento con las semanas. Debemos, además, incluir en la dieta alimentos ricos en grasas buenas, como pecanas, almendras, avellanas, pescado o aceite de oliva y, por otro lado, dejar de comer grasas trans y exceso de sal. Con estas recomendaciones podemos prever problemas a futuro. Recibo sus comentarios al mail doctor@drjeanpaulosores.com