(Congreso)
(Congreso)

La adquisición de Quicorp S.A. por parte de InRetail Perú alarmó a todo el país. Así, se volvió a instalar en la agenda política el debate sobre si debemos adoptar una regulación para controlar las fusiones en el Perú; para la cual el Indecopi tendría que revisar determinadas operaciones de concentración y aprobar aquellas que no impliquen riesgos para el nivel de competencia ni de los consumidores.

Si bien este objetivo es deseable y coincide con las recomendaciones de la OCDE, existe un problema: todo lo relacionado al “control de fusiones” es un campo muy técnico, que muy probablemente sobrepasa las capacidades de nuestros distinguidos congresistas. Por ejemplo, ni bien la transacción se hizo pública, empezaron a circular cifras erradas y ambiguas. No pasó mucho tiempo y, con esa información, congresistas como Luciana León, Yonhy Lescano, Vitocho, Sheput y Velásquez Quesquén empezaron a hablar de “crímenes, abusos, peligros, control de precios, etc.”.

De igual manera, el PL N° 353/2016, del congresista Yonhy Lescano, obvia por completo el concepto clave de “mercado relevante”. Definir esto es vital para la aplicación del control de fusiones, puesto que aquel es el espacio específico donde el consumidor podría verse afectado o la competencia restringida.

Sin este dato, no puede definir quiénes son los actores relevantes, beneficiados o afectados por una concentración. Asumiendo que necesitamos una regulación para el control de fusiones, lo importante es diseñar un mecanismo adecuado sobre la base de información idónea y criterios técnicos válidos, que le permita a nuestra autoridad de competencia detectar aquellas operaciones potencialmente riesgosas para los consumidores.