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Redacción PERÚ21

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Carlos Carlín,Habla.BabasGisela ha regresado a la televisión y, según los que la rodean, está más religiosa que nunca. Ora, ora y ora. Se hinca, se hinca y se vuelve a hincar. Agradece, invoca y ofrece cada uno de sus pasitos a Dios. Sin embargo, ha pecado mintiendo. Nos dijo que no haría lo mismo que hace su competencia, pero lo hizo. Buscó un sillón blanco y sentó encima a Viviana Rivasplata, la 'ex' de su 'ex', para hablar de Roberto Martínez, su 'ex'. ¿Cómo lo hizo? Solo Dios sabe. Lo que sí sabemos es por qué lo hizo. ¡Por el dios rating! El único y verdadero todopoderoso de la TV. ¡No mentirás!, dijo el Señor, pero la 'Señito' nos mintió a todos los pobres de espíritu para satisfacer a ese dios pagano que reina en Ibope. Gisela está atrapada entre dos dioses, por eso su cantinflesca respuesta sobre la unión civil. Si decía SÍ, Dios se molestaría con ella, y si decía NO, se molestaría el dios rating, y buena parte del público que la ve desde hace años como la 'Cher peruana' no le perdonaría la traición. Por eso no fue clara. A estas alturas, Dios bajará a la tierra para pedirle que se sincere y diga para qué dios trabaja. A la pregunta ¿cuál de los dos sillones escogerá Dios para exigir su verdad?, la respuesta es clara: ¡el que dé más rating! Oremos: Dios te salve Gisela, llena eres de plata, Amarige es contigo. Bendita tú eres entre todas las señitos, ruega por nosotros, telespectadores, ahora y en la hora del Gran Show, amén.

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