Diligencia decisiva

“La diligencia de las autoridades peruanas con Jesús Vásquez es fundamental. De lo que aporte como prueba dependerá si se construye o no un caso”.
Bajo la lupa. Lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, y ex congresista Joaquín Ramírez son investigados por el delito de lavado de activos. (Perú21)

Este jueves, Jesús Vásquez tendrá la oportunidad –después de dos largos años– de sustentar la grave denuncia que comprometió en su momento a la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, y al ex secretario del partido, Joaquín Ramírez, con el presunto delito de lavado de activos. En el interrogatorio al que se someterá ante el fiscal Wilson Salazar, en Miami, el piloto no solo debe reiterar verbalmente su denuncia, sino también aportar evidencia.

En 2016, en plena campaña presidencial en Perú, la cadena internacional Univisión difundió un reportaje que se sostenía en declaraciones de Vásquez, a quien presentaban como informante de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA). Vásquez reveló que había grabado conversaciones con Ramírez en las que este último le decía que, para los comicios de 2011, había lavado US$15 millones a pedido de Fujimori, quien por ese entonces era candidata a ser presidente de la República.

Según Vásquez, Ramírez le contó que cumplió con el recado y que lavó el dinero a través de una cadena de grifos. “Cuando yo trabajé para la DEA, fue con un contrato (...) yo tenía que grabar todas las conversaciones que yo tenía con él (Joaquín Ramírez) y me dieron una grabadora”, declaró a Univisión.

El informe periodístico, difundido en Lima por Cuarto poder, tuvo tal impacto que algunos analistas atribuyeron a ello parte del declive de la campaña fujimorista. Keiko perdió las elecciones ante Pedro Pablo Kuczynski y la Fiscalía abrió una investigación para aclarar lo revelado por el ex colaborador de la DEA. Desde 2016, sin embargo, las investigaciones del Ministerio Público no han arrojado pruebas contundentes. Incluso, en setiembre de 2017, la fiscal Sara Vidal archivó el caso tras prescindir del peritaje contable al patrimonio del parlamentario fujimorista. Esa decisión le valió el puesto. Dos meses después, y por la apelación de la Procuraduría, la Fiscalía anuló la resolución de Vidal y se reabrió el proceso.

Joaquín Ramírez y Keiko Fujimori han respondido en diferentes momentos al fiscal Salazar y ambos han rechazado las denuncias. Tienen la presunción de inocencia de su lado. Sin pruebas no se puede acusar a alguien de un delito. Por eso, la diligencia de las autoridades peruanas con Jesús Vásquez –quien hace poco se ha reafirmado en sus declaraciones– es fundamental. De lo que diga y aporte como prueba dependerá si se construye o no un caso para llevar a juicio.

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