Dilemas del poto  y la jeringa
Dilemas del poto y la jeringa

Sacarle el poto a la jeringa grafica bien lo que políticos han hecho respecto a casi toda reforma que necesitábamos para lograr un mejor Estado. Salvo contadísimas excepciones, el campeonato de alcatraz ha sido ininterrumpido por décadas. Esta frase se usa en Perú y Chile, paradoja difícil de tragar luego de saber cuánto más rápido se podrán vacunar nuestros vecinos. Chile tiene un Estado mucho más funcional. Al Perú sin duda le falta mejor y más Estado, pero si no entendemos cómo vamos a hacer para que funcione más y la friegue menos, ¿de qué nos sirve que crezca?

Qué fue lo que falló en la compra de vacunas y por qué hubo anuncios tan contradictorios tiene que ser explicado en detalle. El gobierno actual mantiene a los principales funcionarios que estuvieron a cargo de este tema en el gobierno del expresidente Vizcarra. Algunos plantean su cambio por ser responsables, salteándose la pregunta obvia de cómo así más cambios (¡todavía!) podrían ayudar a tener vacunas más rápido. El marco legal para comprar vacunas fue materia del DU-110-2020 (10 de setiembre). La ley posterior del Congreso (4 de diciembre) declara las vacunas como bien esencial y otorga registro sanitario condicional de un año a los medicamentos con resultados preliminares en fase III.

He leído cuestionamientos no fundamentados sobre el Comando Vacuna, que ha alertado desde hace tiempo que nos quedábamos sin jeringas por inacción del gobierno, como ocurrió. Esa desconfianza sobre el sector privado caracterizó buena parte del gobierno de Vizcarra y hace daño. Si hay algo específico que preocupa, se pregunta de frente y se aclara, pero hay que sumar esfuerzos, todos los posibles.

Después de vacunas, pruebas, mascarillas, canastas y tablets, resulta más que evidente que, en el Perú, incluso los buenos funcionarios demoran decisiones obviamente indispensables. Contraloría necesita refundarse desde sus cimientos, no basta solo quien la lidera. Los funcionarios de Contraloría de los últimos varios gobiernos fueron incapaces de detectar los escándalos de corrupción más graves mientras generaban tanto problema menudo a tanto funcionario, que hoy el Estado peruano no puede ni cumplir lo indispensable que el presidente ya prometió en la tele para enfrentar una pandemia. Y eso es una cadena que hay que hacer funcionar. Junto con hacer hasta lo imposible para conseguir vacunas cuanto antes, hay que inventariar todo lo que se necesita cambiar para que el Estado peruano no sea este desastre.

Las encuestas revelaban que 75% de los peruanos esta vez querían ponerle el poto a la jeringa, y ahora son 57% por noticias falsas. Habrá que armar lista negra para la vacuna: ni media vacuna para los que asusten. Algo de humor para digerir tan malas noticias, pero a no cesar en el intento de asegurarle jeringa(s) a cada poto (bien dispuesto) y a aprender cómo hacer que el Estado peruano funcione de una buena vez.

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