Aldo Vásquez también señaló que gabinete presidido por Salvador del Solar obtuvo la más baja votación de las últimas décadas. (Foto: GEC)
Aldo Vásquez también señaló que gabinete presidido por Salvador del Solar obtuvo la más baja votación de las últimas décadas. (Foto: GEC)

Salvador del Solar recibió la confianza del Congreso raspando. A favor votaron 46 congresistas; los 48 restantes se repartieron entre los 27 en contra y los 21 que se abstuvieron. Tan holgada no ha sido la cosa. Querer cambiar la historia —el fraseo transversal del discurso— puede que sea una valla muy alta a la hora de responder con resultados. Walt Disney decía que si lo puedes soñar, lo puedes hacer. Si Disney es la inspiración de Del Solar, puede que el curso de la historia cambie de aquí al bicentenario. Si soñar no cuesta nada, puede que la brecha entre expectativa y realidad se quede en la anécdota de un discurso con más retórica que acción.

Con un acento en lo rural, en los excluidos, en la defensa del género y los jóvenes, la osadía por hacer historia descansa en las reformas judicial y política. Sin embargo, como me dijo esta semana Juan de la Puente, faltó dejar un proyecto sobre la mesa de Salaverry; los gestos en política cuentan.

No queríamos dar la impresión de estar presionando al Congreso, me respondió el propio Del Solar al día siguiente. Lo que es historia, de momento, es la confrontación. Queda claro que el Congreso prefiere no ser historia y otorga una confianza encogida de hombros. Fuentes bien enteradas sostienen que Vizcarra habría perdido el ímpetu con la reforma de Tuesta. La encrucijada sería el proyecto de la bicameralidad. Su legitimidad tendría que estar respaldada con una nueva consulta. ¿Quien a referéndum mata, a referéndum muere?

Lo más urgente es, sin embargo, el conflicto en Las Bambas. No mencionarlo en el discurso —cuando sí se destacó a Quellaveco, Mina Justa y Toromocho— podría ser un mal mensaje para los grandes inversionistas. La justicia ya liberó a Gregorio Rojas. Toca que las comunidades respeten la ley. La negociación empieza por allí.