El día de la victoria

“Tras 66 audiencias, el Poder Judicial condenó a la cúpula entera de Sendero Luminoso a cadena perpetua por el caso Tarata”.
Cúpula central de Sendero Luminoso. (USI)

Es un día histórico para el Perú: un día como hoy, hace 26 años, los corajudos agentes del Grupo Especial de Inteligencia de la Policía capturaron, de un solo golpe, a buena parte del Comité Central de la organización terrorista Sendero Luminoso. Un día como hoy, la libertad, la paz y la república se impusieron sobre la sangre, la hoz y el martillo. Mirar hacia atrás y recordar cada herida se hace hoy necesario: solo entendiendo la raíz de cada una de nuestras cicatrices podremos, realmente, sanar después del ataque bárbaro del terrorismo.

Es un día que nos permite reivindicar esa victoria que encajó el Perú hace 26 años: ayer, tras 66 audiencias, el Poder Judicial condenó a la cúpula entera de Sendero Luminoso a cadena perpetua por el caso Tarata. El colegiado judicial encontró a los acusados culpables del delito de terrorismo y aplicó la pena máxima. Hoy también es un día para pensar en que los 26 años que han pasado desde que se decapitó al monstruo son los mismos 26 años que les tomó encontrar justicia a las víctimas de esa bomba que el 16 de julio del 92 reventó tantas vidas.

También toca hoy reflexionar, examinar el pasado y tratar de descifrarlo. Analizar cómo así una banda de genocidas logró poner en jaque la estabilidad del Estado peruano. Debemos esforzarnos en entender por qué es que nos cuesta tanto la empatía con ese dolor que cubrimos, púdicamente, con demasiada frecuencia.

Sendero Luminoso está construido ideológicamente sobre la interpretación maoísta de la guerra prolongada. Esto significa que los miembros de Sendero Luminoso entienden la lucha armada como un proceso intermitente, en el que las condiciones dictan si es adecuado o no alzar las armas y lanzar una nueva ofensiva militar. Sendero empezó a “forjar bases de poder popular” en 1960. Su primer ataque fue en mayo de 1980. Por 20 años hicieron lo mismo que están haciendo ahora: penetrar gremios y universidades; agudizar contradicciones.

Hoy, los peruanos tenemos la obligación de repetirnos que el Movadef es Sendero Luminoso. No podemos permitirnos más sangre derramada. En Perú21, creemos que este es un día esencial para que el recuerdo de aquella victoria y de la ejemplar condena de ayer nos permita echar luz sobre el futuro y despertar frente a una amenaza que está dormida, pero no muerta.

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