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Redacción PERÚ21

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La economía estadounidense creció 3.9% el tercer trimestre (en el Q3, como suelen llamarle), luego de un segundo trimestre (Q2) de 4.6%, con lo cual marca una aparente nueva tendencia luego de casi diez años de estancamiento. Para un país que creció los dos últimos años a tasas de 2.3% y 2.2% (2012 y 2013, respectivamente) estas cifras son alentadoras, pero lo son más aún para nosotros, en tanto que Estados Unidos es la locomotora global y nuestro principal socio comercial.

Las últimas proyecciones del FMI (octubre de 2014) estiman el crecimiento de la economía norteamericana para este año en 2.2% y en 3.0% para el 2015. ¿Qué podría estar desatando esta nueva esperanza norteamericana?

Pues ciertamente no ha sido la política económica. En estricto, el banquete monetario ha servido a la banca y poco más; el resto de la economía ha tenido que reducir sus expectativas y ajustarse los últimos años. Como bien señalan distintos economistas, los riesgos se mantienen.

Lo que no estaba contabilizado era el enorme impacto que la energía podía producir, no solo en la actividad económica norteamericana, sino en el balance geopolítico global.

El petróleo, como bien sostiene Reva Bhalla de Stratfor, es el commodity más importante en el mundo; en el caso de EE.UU. no solo le permite acceder a mejores costos energéticos, sino también le facilita tomar posiciones más fuertes frente a sus rivales globales. Hasta hace muy poco, el factor clave en el ajedrez geopolítico era la demanda china y su calidad de "fabricante" global; ahora es el retorno de las industrias más avanzadas al suelo norteamericano, donde los costos de producción bajan sostenidamente (energía, robótica y tecnología) y la tranquilidad institucional está garantizada. Todo ello sin contar el ingreso del gas de esquisto y las divisas (y productividad) que generará cuando entre en juego.

El mundo está pasando por una etapa de transición importante: la economía más grande del mundo, la más productiva y la más innovadora, está despertando; la pregunta clave para nosotros es si estamos preparados para tomar las ventajas de ello.