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Redacción PERÚ21

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Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Como sabemos, son los países centrales quienes generaron la mayor parte de los nuevos desocupados y ahora buscan ponerle fin a la crisis con ajustes fiscales y con mayor flexibilización en el mercado de trabajo. Es decir, sumándole a la tragedia de la desocupación la desvalorización del trabajo para quienes tienen la suerte de tener uno. Entre las medidas adoptadas dentro del esquema que lidera Alemania –con el apoyo del FMI y la banca europea– están: reducción del empleo público, recorte o congelamiento de salarios y jubilaciones, y restricción en los alcances de las negociaciones colectivas. No es difícil predecir los resultados de tales políticas, pues son las mismas que fueron promovidas por los gobiernos neoliberales en nuestra región –especialmente en Argentina– durante los noventa. Los estallidos sociales en Europa son señales de un desenlace semejante al vivido en la Argentina a comienzo de siglo, cuando reventó el "que se vayan todos" y el presidente huyó en helicóptero. Mientras tanto en nuestra subregión, el número de desempleados se ha reducido. Argentina, en 2002 tenía el nivel de desempleo más elevado del Cono Sur, seguido por Colombia y Uruguay. Hoy Argentina y Uruguay la redujeron en 63.5%. El último informe de la OIT advierte que "existen amenazas serias en el contexto internacional y persisten desigualdades internas", recomendando que la generación de empleo digno debe estar más activa que nunca.