Desarmar el futuro
Desarmar el futuro

Quienes nos oponemos al retiro de fondos de la ONP corremos el riesgo de parecer insensibles ante la injusticia que muchos experimentan con el sistema hoy. No es así. Coincido con muchos congresistas en que es injusto que quienes no llegaron a los 20 años de aportes no reciban ni un sol de pensión así hayan aportado 19 años. Sin embargo, la devolución total aprobada esta semana es una pésima opción para resolver el problema.

Además de los serios problemas de constitucionalidad y sostenibilidad fiscal de esta ley, hay un peligro que no se advierte lo suficiente: estamos desarmando el sistema previsional. Primero fue el 25% de los fondos de AFP, esta semana le tocó a la ONP, y algunas bancadas ya están promoviendo el retiro del 100% del sistema privado.

Esto preocupa porque un sistema previsional –aquí y en todo el mundo– tiene una función de interés público como la tienen los sistemas de educación o salud. Desfondar a las AFP y ONP inevitablemente comprometerá nuestro bienestar futuro. En lugar de desactivar el sistema, corresponde hacer ajustes para que sirva mejor a su propósito.

Una alternativa para hacer justicia a los contribuyentes que no reciben pensión es hacer la devolución a manera de pagos mensuales, con un monto determinado en función de la edad y el monto total aportado, tal como lo hacen las AFP. Si bien esto también implicaría un mayor gasto público, sería más viable pues la carga se distribuiría en el tiempo, y se mantendría la función previsional.

Y seamos claros: si la intención de los congresistas es dar alivio económico urgente a familias vulnerables, el retiro de fondos es un engaño.

Es casi seguro que en unas semanas el TC declarará la inconstitucionalidad del proyecto y habrá que dar marcha atrás.

Solo se habrá jugado con las expectativas de los ciudadanos. Una vez más.

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