(Foto: Presidencia)
(Foto: Presidencia)

La violencia durante el gobierno de Pedro Castillo no solo se verbalizó a través de las venenosas expresiones de su entonces premier Aníbal Torres, sino también en actos y gestos de sus simpatizantes tras el golpe de Estado. Lamentablemente, a pesar de que Castillo y Torres ya no están en el poder, las huellas de su violencia continúan amenazantes.

En un video publicado por se observa al dirigente del Fenatep (fachada de Sendero Luminoso) Jimmy Calla, llamar a los participantes del Congreso Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú a “salir armados” para conseguir la libertad y restitución del golpista Pedro Castillo: “Estamos en una situación donde en un evento de esta naturaleza tiene que salir la gente armada, tenemos que salir armados”, dice con todo desparpajo Calla, quien funge de educador.

Pero cuando Perú21 le consultó a Calla por su llamado a las armas este se retractó de inmediato y dijo que se refería a “armarse políticamente”. Es decir, fiel al estilo de Castillo –quien dio un golpe de Estado y luego dijo que solo es una “proclama”—, Calla tiró la piedra y escondió la mano.

El sistema democrático no puede tolerar que un llamado a alzarse en armas quede en la impunidad. Pasar por encima del Poder Judicial para liberar a Castillo y reponerlo en el poder a través de la violencia, resulta una figura inaceptable en un Estado de derecho. El Perú sufrió bastante por las demenciales y sanguinarias acciones terroristas que emprendió Sendero Luminoso convertido ahora en Movadef, Fenatep y demás organismos generados por sus agazapados dirigentes. Si bien el Estado atrapó a los cabecillas terroristas Abimael Guzmán y Víctor Polay del MRTA, sus ideas aún se mantienen en la sombra de la sociedad, propagándose entre quienes intentan volver a sumir en el caos al país.

Por ello, esta casa suscribe lo dicho recientemente por el exjefe de la Dircote José Baella, “la Fiscalía debería iniciar una investigación por terrorismo contra Pedro Castillo y los organismos de fachada de Sendero Luminoso”, se trata, pues, de no convertir la democracia en una boba que le sirve de herramienta a la violencia que cuenta el cuento de la revolución.

El Ejecutivo, de otro lado, debería poder garantizar que la historia reciente no será olvidada y que el verbo subversivo de los docentes del Fenatep no pueda ser replicado en las aulas donde aprenden los niños del Perú.