Luis Castañeda Lossio defendió su tercera gestión. (Perú21)
Luis Castañeda Lossio defendió su tercera gestión. (Perú21)

Los últimos días del alcalde Castañeda resumen bien su gestión: la Costa Verde colapsada, el camino a las playas del sur destruido, la Vía Expresa cerrada y él escondido. Bocinazos aquí y allá. Pero eso es solo lo visible. Jorge Muñoz recibe un municipio resquebrajado que tendrá que unir pieza por pieza, hilando fino, sin caer en las trampas que parecen haberle tendido.

La semana pasada se aprobó una operación financiera de rescate de la Caja Metropolitana. Se le transfirió recursos valorizados en unos S/20 millones para tapar un forado del tamaño del sol de Solidaridad Nacional. Situación similar ha sucedido con Serpar, entidad encargada de los parques zonales, a la que la gestión castañedista ayer ha intentado reflotar con una transferencia de S/3 millones. El Parque de la Leyendas está en las mismas.

Los contratos con los operadores del Metropolitano y de los corredores complementarios penden de un hilo. Durante cuatro años se hizo poco o nada para mejorar el sistema de transporte público, llevando al borde de la quiebra a quienes brindan el servicio y perjudicando a miles de limeños todos los días. Nada mata más en Lima que los accidentes de tránsito.

Otro problema es el de la limpieza. Luego de 36 meses de haber concluido, no existe un nuevo contrato para el servicio, manteniendo al concesionario anterior con adendas que arrastran condiciones bastante desfavorables. A eso sumemos la situación de los 700 trabajadores de limpieza a la espera de que se resuelva su situación laboral. Una más: la MML debe ahora pagar una multa por borrar los murales de 2015.

Sobre todo, no hay un plan a largo plazo. Castañeda deja un archipiélago de obras deslucidas y ejecutadas para la foto que no han traído ningún beneficio real. Tremenda papa caliente para Muñoz.

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