Alejandro Toledo
Alejandro Toledo

1. Durante la semana, Perú21 publicó amplia información sobre el caso Odebrecht y la corrupción en el gobierno de Alejandro Toledo que involucra a las grandes empresas constructoras con las que formó consorcios para megaobras en el país. El caso cobra especial atención para quienes observan la cobertura de los medios del grupo El Comercio, pues José Graña Miró Quesada, ex presidente del directorio de la constructora Graña y Montero, es uno de los accionistas de la empresa multimedios que edita, entre otros, Perú21.

Y precisamente para el señor Graña Miró Quesada y otros dos directivos de su constructora, así como uno de JJ Camet Contratistas y otro de Ingenieros Civiles y Contratistas Generales SA (ICCGSA), la Fiscalía ha pedido prisión preventiva de 18 meses, lo que será evaluado hoy por el juez Richard Concepción.

La información ha sido amplia tanto en el diario impreso como en la web de Perú21. E incluso se ha dejado constancia de la solicitud de descargos de las empresas involucradas en este pago de coimas para la ejecución del Proyecto Vial Interoceánica Sur, tramos 2 y 3.

El viernes 1 la portada tuvo como titular principal la declaración de Barata a los fiscales, documento al cual tuvo acceso la periodista Fabiola Valle, donde consta que el ejecutivo de Odebrecht declaró cómo se concretó el pago, que las empresas sí tenían conocimiento del acuerdo ilícito e incluso la cuota que cada uno puso para sumar los US$20 millones que dieron a Toledo a través de las empresas de su amigo Josef Maiman.

Que el equipo de Perú21 continúe con la cobertura, con titulares claros, pero que pueden ser mejor detallados en portada, como sí lo hizo El Comercio, por ejemplo. El publicado ayer en portada fue muy general. Hubo y hay varios pedidos de prisión preventiva y, aunque asumamos que el público está al tanto del caso, se debe ser concreto al dar una noticia, más aún en un titular.

Atravesamos tiempos críticos en los medios de comunicación. Pero esto no es solo por mayor consumo en plataformas digitales. La crisis también es de confianza y por ello no se debe dejar un resquicio para que las audiencias desconfíen aún más de lo que informamos.

2. He recibido críticas al contenido de El Otorongo que se publica los viernes como una sección semanal de humor político. Si bien es hecha con el aporte de colaboradores, la coordinación y edición de las dos páginas sí están a cargo de la sala de redacción. Considerando ello, comparto las observaciones de quienes señalan que para que el ‘felino’ cumpla con su lema de hincar como ninguno, lo que publique cada viernes debe estar muy vinculado a la coyuntura política con el humor y el desenfado del caso para no dar la impresión de que se ‘maletea’ más a algunos personajes y se evita a otros. Aquí y en otros países, muchas veces el mejor editorial se ha hecho a través de la caricatura y el humor.