Juchitán
Juchitán

Los desastres en los que media la fuerza de la naturaleza nos hacen tomar conciencia de nuestra dimensión y finitud. Sean aquí o en otro país, nos conmueven. Aún golpeados por los huaicos e inundaciones de El Niño, en las últimas semanas andamos preocupados por huracanes y por el terremoto que ha sacudido México, un territorio tan sísmico como el peruano.

Estos dramas también deben servir para mirarnos e informar cómo está la infraestructura en nuestro país, qué hay de los planes de prevención de riesgo y la organización en nuestra comunidad.

En las redes sociales, los últimos días muchos compartieron las noticias recientes con comentarios como “en el Perú no estamos preparados para esto” o “si pasa aquí, será un desastre”. Parece que estuviéramos resignados.

Periodismo como servicio a la comunidad fue mi tema el domingo pasado. Entonces, no debemos limitarnos a informar o a señalar responsables cuando el desastre ocurre. También podemos contribuir a la prevención y a impulsar mejoras.

Los editores de Perú21 me dicen que hay un buen flujo informativo y receptividad a las solicitudes de información por parte de organismos como Indeci, gobiernos regionales o Cenepred (Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres, órgano adscrito al Ministerio de Defensa), Senahmi, IGP.

Mariella Sausa, editora de Actualidad y autora de varios informes que ponen de manifiesto deficiencias en este aspecto, comenta que luego de los desbordes por El Niño, Perú21 se enfocó en advertir los problemas en gestión de riesgo y la falta de un sistema integral.

Adolfo Ubillús, editor de Perú y ediciones regionales, señala que se ha dado cuenta de la vulnerabilidad de edificaciones en centros históricos de algunas provincias; y se informa sobre las reuniones periódicas de defensa civil que lideran los gobiernos regionales; los silencios sísmicos y los preparativos para simulacros de sismo. Sin embargo, sabe que falta mayor compromiso de la ciudadanía y opina que, en materia de prevención, desde el periodismo aún puede hacerse más.

Ayer nomás, el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Piura advirtió que las hermosas playas de Máncora y zonas adyacentes aún no cuentan con sistema de alerta temprana. Ni siquiera hay sirenas. Habrá que informar por qué esa situación.

Por otra parte, es común que no se tenga claro quién da las directivas en una situación de emergencia, qué institución es la autorizada para emitir una alerta o declarar alarma de tsunami, por ejemplo. El ciudadano piensa que alguien se hará cargo, sea Defensa Civil (Indeci) o las Fuerzas Armadas, quizá la municipalidad, la Policía, los bomberos, el gobierno regional, pero aún le falta mucha información. Y ante eso tenemos una gran tarea. No queremos llegar a titular “sálvese quien pueda”.

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