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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

No obstante, creemos que poco importan nuestros agrados cuando de los derechos de una ciudadana se trata, más aún cuando la misma es representante en el recinto parlamentario. La congresista Chávez puede ser beligerante, intolerante, anti-CVR; en fin, puede ser lo que ella quiera ser. Nada de ello invalida, sin embargo, un hecho anterior, y es que ella posee todos los derechos de cualquier ciudadano.

Por ello, nos parece equivocada, intolerante y antidemocrática la postura que han asumido diversas personas, organizaciones y medios que se han sumado a este linchamiento político. De nuevo, esto no es un tema sobre los principios que defiende la congresista Martha Chávez, sino de los principios que nosotros le reconocemos a cualquier persona, sea o no de nuestro agrado. Así, quienes han actuado políticamente contra ella lo han hecho siguiendo el proceder que tanto critican. Lamentamos esto, sin distinciones de los ciudadanos perjudicados.

Dicho esto, habría que preguntarse también por qué no actuaron con igual vehemencia y desenfreno cuando se eligió a la excongresista nacionalista Nancy Obregón (hoy arrestada e investigada por narcotráfico y terrorismo) como miembro titular de la comisión parlamentaria encargada de la defensa y de la lucha contra las drogas. ¿Qué pasó ahí? ¿O es que las consignas ideológicas predominan por sobre los estamentos democráticos y el sentido común?

La mejor forma de combatir la intolerancia era con una demostración de formas, democrática, tolerante, sin límites. ¿Quería encontrar algo oscuro e indebido la congresista? Ese era su derecho; el deber de quienes defendemos principios era permitirle que lo intentara.