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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Sobre el primero, da la impresión de que el presidente no está seguro que le daría crédito político el indultarlo. Si bien sería percibido como generoso por una porción importante de la población –alrededor de la cuarta parte– que apoya al fujimorismo, dicho beneficio sería neutralizado por la pérdida de aliados que no pueden siquiera considerar la más remota posibilidad de que Fujimori sea indultado.

Incluso, a medida que el tiempo va pasando, las posiciones se van polarizando. Por lo que se le está cerrando la puerta a la alternativa de una salida intermedia, un arresto domiciliario, por ejemplo, sin que el impacto sea igual de negativo que liberarlo entre sus propios partidarios. Más aun, las continuas filtraciones a la prensa oficialista confirman que sectores en su gobierno ya tomaron partido y que de indultarlo habría más de un ministro renunciando.

Así que en este caso se le está agotando a Humala la ventaja de seguir meciendo a los interesados. Más bien, se corre el riesgo de irritar a los dos campos, lo cual podría resultar en presiones y el tema se le podría ir de las manos, forzando una decisión sin estar debidamente preparado. Por donde se vea, que este expediente sea resuelto pronto parecería lo más adecuado.

Por otro lado, en lo que respecta a la candidatura de Nadine ocurre lo contrario, no tienen mayor apuro ya que los plazos electorales recién se empiezan a ver en el horizonte dentro de un par de años. Aunque el mantener la indefinición generaría inestabilidad y afectaría el clima de inversión. Sin embargo, no creo que este último riesgo les quite el sueño a la pareja presidencial, en su evidente intención de llegar a la reelección conyugal.