El 2014 el Congreso tuvo un especial protagonismo por sus comisiones investigadoras. José Cevasco nos da su apreciación sobre cómo se desenvolvió este poder del Estado.
El 2014 estuvo repleto de comisiones investigadoras, ¿cómo evalúa la labor de fiscalización del Congreso?Creo que lo perfecto es enemigo de lo bueno, y esto también se cumple para el caso del Congreso. El propósito de una investigación congresal no es ejercer la función de fiscales ni jueces, es encontrar indicios de algún tipo de responsabilidad y, como tal, creo que el Congreso quiere ser demasiado eficiente y alarga demasiado las investigaciones, y, por esto, se desdibuja su imagen. Cuando encuentre indicios, la comisión debe concluir con su informe final.
Se resolvieron los casos de la megacomisión y de Ecoteva, ¿se hizo buena labor?En ambos casos el plazo ha sido largo y la expectativa que se generó en la población despertó un halo negativo sobre el Congreso en cuanto a su capacidad. Hay que entender que los parlamentarios en ninguna parte del mundo son peritos, especialistas en investigación. Es un órgano por excelencia político.
En su momento se dijo que Sergio Tejada, en la megacomisión, y Juan Díaz Dios, en la comisión López Meneses, no eran capaces…Es que esa es la opinión política, pues. El político siempre va a tratar de hacer quedar mal al político que no es de su bancada o de su círculo político. Entonces, cuando hay una sobreexposición mediática, las críticas son mayores. Si los tiempos fueran más cortos y las comisiones tuvieran un mejor nivel de reserva, habría un trabajo más eficiente.
¿Cómo debería ser un buen congresista?Con experiencia, deben ser parlamentarios con preparación académica, se deben establecer indicadores de productividad del Congreso y de los congresistas, y el Congreso debe saber comunicar esos indicadores.
¿Comulga con la propuesta de la no reelección de los congresistas?No estoy a favor. Creo que la política es un arte, entonces el nivel de eficiencia de una persona en el Congreso no se consigue de la noche a la mañana. No hay universidad en donde te enseñen a ser congresista. La política es un oficio, la experiencia te lleva a niveles altos de eficiencia. En el Perú los grandes políticos que extrañamos todos han sido políticos que han hecho carrera política y que sus partidos se encargaron de formarlos.
¿Ahora qué congresistas hacen carrera?El Apra forma por tradición. Sé que en el PPC también se están formando cuadros. Al igual que un militar que ingresa como cadete quiere ser general, un militante de un partido político quiere ser presidente y quiere gobernar. Entonces, las verdaderas escuelas de gobierno no están en las universidades, están en los partidos. Por eso, dentro de las reformas tiene que estar también el financiamiento del Estado a los partidos.
Es decir, para usted debe haber financiamiento público.Claro, eso va a hacer que la propia Contraloría ingrese a los partidos para ver cómo se está usando el dinero del Estado.
¿Cómo estuvo el Congreso en representación?La función de representación es la más importante, pero no tiene un orden. En la semana de representación, el congresista viaja y recibe demandas, viene con ellas a Lima y las envía a un ministerio, pero como el ministerio no responde, el ciudadano que hizo la denuncia piensa que el congresista lo defraudó. Se debe crear una comisión de representación para que sus miembros llamen al ministro que no hizo caso y le exijan explicaciones sobre su solicitud.
Algunos congresistas dicen que les dan poco presupuesto para viajar a sus regiones.Hay una mala redistribución del presupuesto en el Congreso. El gasto para la función de representación no debe ser igualitario para el que está en Lima, en Amazonas, en Tacna, en Tumbes o Huancavelica. Todos reciben lo mismo, eso debe modificarse. El dinero tiene que estar de acuerdo a la distancia geográfica, a la población a la cual representas y a las facilidades en infraestructura de la región.
¿En la tarea de legislación?El Congreso ha aprobado normas importantes, sobre todo en el aspecto económico para reactivar nuestra economía. Ahí el Congreso ha dado una muestra de madurez y sensatez.
¿Qué normas importantes no se aprobaron?La gran responsabilidad del Congreso fue no aprobar las normas de reformas políticas, de partidos políticos, financiamiento de partidos, etcétera.
¿Y la Ley Universitaria?Ahí sí yo tengo una posición firme. Se aprobó sin ningún debate, sin consultar a los afectados. Si hubiese habido más debate, habría habido menos impacto.
¿Y la 'ley Pulpín'?Ha habido aspectos de sensibilidad social muy importantes que el Congreso no ha sabido prever para evitar estos conflictos sociales y generar esta crisis de gobernabilidad. Yo no estoy a favor del recorte de los derechos de nadie. Trabajé desde los 17 años y me trataron como de 50 años porque tenía todos mis derechos. Aquí estás generando un nivel de marginación y exclusión para los jóvenes.
AUTOFICHA
■ "Soy economista con una maestría en Gobernabilidad y un diplomado en Economía Pública en el Instituto Nacional de Administración Pública de España y en la George Washington University de Estados Unidos. Fui oficial Mayor del Congreso peruano por varios años".
■ "Hay harta polémica por el tema de la muerte civil para delitos de corrupción en el Congreso. Todos estamos en contra de la corrupción, pero creo que el hecho que deje de existir es una utopía. No creo que la muerte civil sea lo más correcto".
■ "Las autoridades regionales, provinciales y distritales deben poder postular a un segundo periodo de gobierno. La ley de no reelección podría estar orientada a impedir un tercer mandato. Espero que, antes de la segunda votación de este proyecto, los congresistas reflexionen".
Por Ricardo Monzón Kcomt (rmonzon@peru21.com)