Cultura viva y diversión

La provincia de Satipo nos ofrece caminatas en bosques poblados de cataratas y turismo vivencial.
Foto 1 de 4
Asháninkas de Río Negro. (Martín Pauca)
Cascada Tina de Piedra. (Martín Pauca)
Arte con lana de alpaca y de llama. (Martín Pauca)
Periodista se deja seducir por orquídeas. (Martín Pauca)
Asháninkas de Río Negro. (Martín Pauca)
Cascada Tina de Piedra. (Martín Pauca)
Arte con lana de alpaca y de llama. (Martín Pauca)
Periodista se deja seducir por orquídeas. (Martín Pauca)

MARTÍN SÁNCHEZ JORGES//msanchez@peru21.com

Camino hacia la catarata Tina de Piedra, en el distrito de Pangoa, provincia de Satipo, una familia asháninka se cruza en mi camino. Son como tótems observándome desde lo más alto de una roca que parece llevar al cielo. Luego de saludarnos, busco escapar del calor en cascadas escondidas en medio del bosque, donde crece una insuperable piña golden que los turistas pueden disfrutar en los fundos de la zona.

Así es la selva central, una tierra indómita por descubrir, pero que también buscó abrirse al mundo a través de productos como el cacao, el café y el cultivo de orquídeas.

Antes de volver a Lima, me dejo seducir por el valle del Mantaro y recorro los talleres textiles de Concepción, almuerzo al pie de la laguna de Paca y visito las plantas lecheras de Apata, donde se produce un gran queso y buen yogurt.

TENGA EN CUENTA

- Satipo se ubica a 10 horas de Lima. Para llegar hay que tomar la Carretera Central y pasar Ticlio.

- Treinta y seis comunidades asháninkas viven en el distrito de Río Negro. Hospedajes: 064-766072, 985851065.

Tags Relacionados:

Más en Opinión

Los libros imposibles

¿Cómo se relacionan crecimiento y bienestar?

El quinto: no matarás

El valor de un fiscalizador independiente

Golpe y paz

“Lecciones desde Bolivia”

Siguiente artículo