Cuidemos el grado de inversión

Hace unos días la calificadora de riesgos Fitch redujo en un nivel la calificación de la deuda en soles de nuestro Gobierno. Mantenemos el grado de inversión, pero fue una llamada de atención: ya no estamos subiendo en el escalafón, sino bajando. No perderlo es indispensable porque permite al gobierno, empresas, bancos y consumidores financiarnos a tasas bajas.

El Perú obtuvo grado de inversión en 2008 después de un largo esfuerzo que tomó muchos años. Conseguirlo es muy difícil, perderlo es muy fácil y costoso. Fitch mencionó que redujo la calificación para igualar la de los dos tipos de deuda del Gobierno, pero normalmente la calificación de soles es mayor al no estar sujeta a riesgo cambiario. No nos confiemos. Debemos estar alerta para evitar que nos disminuyan la de dólares o que otras agencias se sumen.

¿Qué podemos hacer para cuidarlo? Las calificaciones se basan en el análisis de información cuantitativa y cualitativa. Consideran indicadores macroeconómicos e información económica y financiera de un país o emisor que en nuestro caso la pandemia ha afectado. Sin embargo, se analiza también aspectos cualitativos como el entorno político, la gobernabilidad y estabilidad del marco legal, que afectan la percepción que tienen de nuestra capacidad de pago futura. En ellos debemos trabajar.

Es indispensable que se tiendan puentes entre el Gobierno y el Congreso para asegurar que los proyectos de ley tengan un profundo análisis técnico antes de su aprobación. Trabajemos los aspectos cualitativos. Obtener el grado de inversión, o recuperarlo, implica un proceso largo, mientras que se puede perder muy rápido. Hay decenas de ejemplos al respecto. No lo perdamos tontamente.