Cuidar de nosotros

En Netflix se encuentra disponible el estupendo documental Una vida en nuestro planeta, en el que se aprovecha la vida del divulgador científico británico David Attenborough para reflexionar sobre el estado actual de nuestro medio ambiente. El documental es imperdible, y quisiera compartir una de las frases dichas por Attenborough: “En este mundo, una especie solo puede prosperar cuando todo lo que la rodea prospera también. Podemos resolver los problemas que enfrentamos si comprendemos esta realidad: Si cuidamos la naturaleza, la naturaleza cuidará de nosotros”.

Esta reflexión resulta sumamente pertinente para los tiempos actuales. Como señalé la semana pasada en este mismo espacio, la pandemia que atravesamos es un síntoma de la forma irresponsable en que nos relacionamos con el planeta. El COVID-19 tarde o temprano será vencido, pero podrán aparecer nuevas pandemias generadas por nuestra irresponsable manipulación de ecosistemas frágiles y animales silvestres.

A ello hay que sumarle que nos enfrentamos a una emergencia climática sin precedentes, cuya responsabilidad es exclusiva del ser humano. En el Perú, ya se ha evidenciado que los impactos del cambio climático no son teóricos, sino concretos. Muy concretos. Y no se encuentran lejanos en el horizonte sino que ya están presentes hoy en nuestras vidas. Hemos perdido el 51% de nuestra superficie glaciar en los últimos 50 años. Cada vez hay más sequías. Los incendios forestales se intensifican año a año. El dengue se desplaza a zonas donde antes era impensable.

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La crisis climática es el reto de nuestra generación. Al mismo tiempo, brinda la oportunidad a los países en desarrollo de replantear sus paradigmas en términos tecnológicos, financieros y económico-sociales, si así lo deciden. Son las naciones como la nuestra las que están más posibilitadas de girar a tiempo hacia un verdadero modelo de desarrollo sostenible. La agenda climática no solo es buena para el medio ambiente, sino que puede generar cientos de miles de puestos de trabajo verdes.

Son varios los campos en los que se deben implementar políticas integrales. Detener la deforestación de forma drástica e implementar una ambiciosa estrategia para restaurar ecosistemas degradados. Modificar la matriz energética incorporando un mayor porcentaje de energías renovables. Hacer el transporte urbano más eficiente y sostenible. Seguir trabajando para el fortalecimiento de la institucionalidad ambiental. Proteger y empoderar a nuestros pueblos indígenas, reconociendo, como la hace la Unesco, que sus conocimientos ancestrales los vuelven agentes fundamentales para enfrentar la crisis climática.

En las reuniones de trabajo organizadas desde la Comisión de Cambio Climático del Congreso, hemos dejado en claro que las políticas de reactivación económica post-COVID-19 deben incluir incentivos y desincentivos alineados a metas ambientales claras. El objetivo a largo plazo es desarrollar un modelo de economía circular.

Del mismo modo, las normas emitidas desde el Congreso deben incorporar la variable climática para asegurar el necesario alineamiento hacia un crecimiento sostenible. En este momento, dos de los pasos claves son una ley de incentivo a la inversión en energías renovables y consensuar la manera más conveniente de poner un valor monetario a las emisiones de gases.

Adicionalmente, como lo hemos planteado, es necesario desarrollar un gran plan de recuperación y conservación de los bosques que involucre al sector privado, en alianza con las comunidades. Este puede ser un gran motor de creación de empleo en nuestro país en los próximos años.

Todas estas medidas van a necesitar de importante inversión pública y trabajo intersectorial en el Estado. Pero también será fundamental el compromiso y liderazgo del sector privado, reconociendo desde la política, al igual que lo hizo las Naciones Unidas al aprobar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que “la actividad empresarial, la inversión y la innovación privadas son los grandes motores de la productividad, el crecimiento económico inclusivo y la creación de empleo”.

Ad portas de un proceso electoral es pertinente preguntar qué propuestas específicas tiene cada candidato presidencial y lista al Congreso para aterrizar esta agenda en acciones concretas. Los electores merecen claridad y metas específicas para un futuro sostenible. En este contexto de emergencia climática, el silencio o las generalidades no son aceptables.

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