Según José Enrique Montjoy, director adjunto del Instituto Nacional de Oftalmología, es necesario que la persona tenga mucho cuidado a la hora de manipular estos productos a fin de evitar lesiones e infecciones oculares producidas por gérmenes, polvo y otros agentes peligrosos. Montjoy afirma que este tipo de casos es muy frecuente, por lo que sugiere tres pautas fundamentales: que las personas se laven bien las manos y el rostro, que sepan que los lentes no duran para siempre y que no se olviden de visitar al oftalmólogo de manera regular. Finalmente, si manifiesta alguna molestia, no dude en buscar a un especialista.