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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Gianfranco Castagnola,Al.Mercadogcastagnola@peru21.com

El controvertido proceso electoral venezolano y la escalada represiva grafican el profundo deterioro de las instituciones de ese país, en medio de una crisis monumental: inflación, sector privado devastado, economía dependiente del petróleo, escasez de dólares y bienes básicos, e insostenible déficit fiscal. El Estado está destruido y se refleja en la inseguridad ciudadana. Un presidente poco preparado y limitado, sin legitimidad ni liderazgo, no podrá lidiar con tales problemas. Es muy probable que presenciemos, en poco tiempo, el fin del chavismo. La lección para los países que aún simpatizan con esa línea –y para la vieja izquierda peruana, que se prodigó en insólitos panegíricos a la muerte del autócrata– es clara: políticas insensatas pueden prolongarse cuando un país es rico en recursos y los aplica en gastos clientelista y cuando copa instituciones para controlar el poder. Pero, tarde o temprano, el modelo se desploma y se inicia el doloroso proceso de reconstrucción del país.