(Presidencia)
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Segundo pedido de vacancia contra Martín Vizcarra. En la historia republicana se han presentado cinco mociones de esta naturaleza, tres de las cuales en el último quinquenio. ¿Es que la corrupción, las acusaciones de recepción de coimas y manejo ruletero de las obras públicas con presidentes, gobernadores, alcaldes y empresarios “chupasangre”, además de mentirosos, aparecieron en los últimos cinco años? ¡No! En el Perú el sistema de la administración pública no ha cambiado. No se ha reformado. Sigue siendo poroso para los sinvergüenzas y propicio para que se abran las puertas traseras de las malas intenciones. Vizcarra no parece ser la excepción y de demostrarlo debe encargarse el aparato de justicia con un manejo prolijo dentro del Ministerio Público, en el que hoy, lamentablemente, se percibe también pugna de intereses. El martes en la noche, UPP, Podemos, un par de acciopopulistas y otros tantos del Frente Amplio presentaron una nueva moción para vacar al presidente. A seis meses de la primera vuelta electoral, en medio de una de las peores crisis sanitarias y económicas de las últimas décadas. La bancada de Antauro Humala (la sigue dirigiendo desde la cárcel) utiliza la Constitución y la democracia en la que no cree para impulsar un nuevo “momentum” en el Congreso para una discusión de si alcanzan los votos o no para “echar” al actual mandatario. Le siguen Podemos, bancada de Luna, y algunos de la izquierda de Arana, en el Frente Amplio.

Estamos seguros de que la mayoría quiere que Vizcarra sea investigado con rigor y después del 28 julio de 2021. Un juicio político prematuro lo que logrará es más inestabilidad e incertidumbre. Un juicio oportuno hará justicia en su momento.