“Cuba necesita una gran reforma económica que libere los mercados y abra la economía a la inversión extranjera”. (Photo by ADALBERTO ROQUE / AFP)
“Cuba necesita una gran reforma económica que libere los mercados y abra la economía a la inversión extranjera”. (Photo by ADALBERTO ROQUE / AFP)

Lo que acontece en Cuba debe ser una llamada de alerta ahora que está por entrar al poder en nuestro país un gobierno de izquierda con intención de modificar la Constitución. Cuando se instala un régimen totalitario que pisotea las libertades individuales, es muy difícil derrocarlo. Cuba lleva sesenta años de comunismo y Venezuela veinte. Ambos regímenes han implementado férreas dictaduras y destruido las economías de sus respectivos países, algo que niega desvergonzadamente nuestra izquierda.

La revolución cubana, por momentos tildada de exitosa, nunca lo fue ya que generó una economía parasitaria que vivió décadas del apoyo de la antigua Unión Soviética y luego de Venezuela, hasta que ella tampoco la pudo seguir subsidiando; y también de las remesas de familiares en el exterior. Sus principales fuentes de divisas, aparte de las remesas, son la exportación de servicios profesionales, el turismo, el azúcar y el níquel, insuficientes para importar alimentos y medicinas o pagar su deuda. En la década pasada, su crecimiento estuvo por debajo del 2% y en 2020 decreció 11%. La inflación este año superará largamente el 500%. La pobreza excede el 40%.

Ante la raquítica actividad económica y escasez de divisas, el gobierno tuvo que implementar algunas reformas, como la unificación monetaria que implicó una gran devaluación, una mayor libertad para abrir tiendas donde se paga en divisas, que pocos generan, y liberalizar las actividades permitidas a trabajadores independientes. Son reformas insuficientes.

Las protestas de los últimos días resultan de la crisis económica que se tradujo en escasez de alimentos y medicinas y frecuentes cortes de luz; de la pandemia que ocasionó muchas muertes y desnudó las deficiencias hospitalarias; y del mayor acceso a Internet que ahora permite que los cubanos reciban más información y puedan organizarse más fácilmente vía las redes sociales.

Las manifestaciones de los últimos días reflejan que Cuba es un Estado fallido cada vez más incapaz de satisfacer las necesidades básicas de la población, donde el pueblo carece de vías legales para expresar su descontento porque no hay democracia. Cuba necesita una gran reforma económica que libere los mercados y abra la economía a la inversión extranjera, lo que no va a ocurrir si no devuelve las libertades individuales y la democracia a su población. Preocupa que nuestros izquierdistas no reconozcan que Cuba o Venezuela viven en dictadura y miseria. ¿Ese es su modelo para el Perú? Debemos estar vigilantes.


TAGS RELACIONADOS