Cómo se ven los peruanos, según la encuesta LAPOP 2016. (USI)
Cómo se ven los peruanos, según la encuesta LAPOP 2016. (USI)

Miles de adultos en Perú no saben quién es Abimael Guzmán, qué es Sendero Luminoso, ni cómo se elige a un alcalde o se designa a un ministro. Millones de ciudadanos en nuestro país no pueden diferenciar el trabajo del Poder Judicial frente al del Ministerio Público, tampoco las funciones de un congresista o distinguir entre Gobierno y Estado. Este es el marco de cultura política por el que transita nuestra democracia.

El Latinobarómetro es un estudio de opinión pública sobre aspectos políticos, económicos y sociales que se realiza anualmente en 18 países de América Latina. Perú (2017) se encuentra en el puesto 16 de 18, en relación a la valoración de la democracia y a la confianza en el Congreso. No se mide la calidad de nuestra democracia ni la eficacia legislativa, sino la percepción ciudadana sobre el sistema y sus representantes.

Vivimos en una sociedad con tremendo desinterés por los asuntos públicos y gubernamentales. Nos solemos ocupar de la política y los políticos en algunas elecciones (sobre todo, ante candidatos “amenazantes”). Dentro del complicado momento que estamos viviendo, debemos reconocer –aunque duela– que esa mediocre clase política que nos gobierna y representa refleja en muchos casos nuestras propias carencias como sociedad, nuestra baja preparación profesional y nuestra limitada vocación democrática.

El Gobierno no viene haciendo un buen trabajo, es débil, impopular, con muy pocos aliados regionales y sin capacidad para confrontar a la oposición. Sin embargo, el juicio político del jueves no debería ser por eso, sino para definir –a criterio del Congreso– la permanente incapacidad moral del presidente. Un sector de oposición apostó porque PPK no terminaría su mandato y el presidente parece haberles facilitado el trabajo a sus adversarios. La eventual vacancia no pondrá fin a la crisis; simplemente, la llevará a otra etapa. Cuidemos nuestra endeble democracia.