Adquiere las competencias profesionales necesarias, crea tu plan individual de transformación y prepárate para el futuro laboral. (Imagen referencial)
Adquiere las competencias profesionales necesarias, crea tu plan individual de transformación y prepárate para el futuro laboral. (Imagen referencial)

No, el título no se refiere a los partidos políticos, sino a los negocios. Y no se refiere a la coyuntura económica del Perú –muchos aluden a un estancamiento por falta de competitividad– sino a todas las industrias y negocios del mundo, debido a la transformación digital.

En el caso de los medios de comunicación, desde hace varios lustros se habla de su crisis por la Internet. Pero lo cierto es que los medios (aunque sean más visibles) no enfrentan una transformación sustancialmente diferente a la de otros negocios: desde la banca hasta los hoteles o los taxis. En todos los casos la forma de relacionarse con el cliente –más empoderado y exigente– transforma no solo las plataformas tecnológicas, sino el modelo de negocio; es decir, cómo se rentabiliza el producto o servicio. Pero la esencia de ese negocio –la necesidad funcional insatisfecha que se busca solucionar– no necesariamente cambia. Esto es importante porque cambia (casi) todo lo demás: procesos, gestión del talento, creatividad, investigación y desarrollo, etc. Y si bien es cosustancial al capitalismo desde hace más de 200 años –con la Teoría de los sentimientos morales de Adam Smith– que el proveedor entienda empáticamente la necesidad de los consumidores, se dice que en la transformación digital hay que consultar obsesivamente qué quieren. Pero, como dijo Henry Ford, los usuarios hubieran pedido un caballo con ruedas –si les preguntaban–, no el automóvil. Aunque la economía sea cada vez más colaborativa y la demanda sea fuente de inspiración, la innovación y las soluciones tiene que articularlas, si no diseñarlas, quien está del lado de la oferta.

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