Vizcarra aseveró este lunes que el aeropuerto internacional de Chinchero que su Gobierno se encuentra construyendo será de gran importancia para el desarrollo de la región Cusco. (Foto: Presidencia de la República)
Vizcarra aseveró este lunes que el aeropuerto internacional de Chinchero que su Gobierno se encuentra construyendo será de gran importancia para el desarrollo de la región Cusco. (Foto: Presidencia de la República)

Es un error centrar la atención solo en las adendas y el contrato del aeropuerto de Chinchero. Perdemos de vista el tema de fondo: el aeropuerto en sí mismo es el problema. El crimen es construirlo.

Es un atentado que amenaza con destruir el Valle Sagrado en un proceso que hará colapsar Machu Picchu, Ollantaytambo y todo a su alrededor. Varias de las áreas arqueológicas de esa zona del Cusco están ya por encima de su capacidad, pero insisten con este proyecto bajo criterios equivocados, en contra de lo que dicen masivamente los especialistas. De hecho, esta semana, la prestigiosísima revista Science publicó una nota alarmante que el Gobierno debería leer. Los daños ya están apareciendo con el primer levantamiento de tierras.

Además, el proyecto no tiene justificación técnica desde finales de 1980. Sobre esto se ha escrito bastante y son varios los técnicos que no dejan de repetir que pocos vuelos internacionales podrán aterrizar ahí. El estudio de prefactibilidad no considera vuelos de Miami y Ciudad de México, menos de Europa, África y Asia. Lo que nunca se responde es por qué no se evaluaron con seriedad otras alternativas de lugares, como las que varios expertos han identificado en Qanchispampa, Anta, Occoruro o Quillabamba, donde, además, los terrenos eran mucho más baratos.

A los peruanos nos encantan las obras monumentales que nos hagan sentir en las ligas mayores. No nos conformamos con un aeropuerto funcional. Queremos uno que sea la envidia de la región, sin importar que en el esfuerzo devastemos todo alrededor, incluido un territorio único en el mundo. La sostenibilidad es un criterio inexistente.

Se trata de construir un aeropuerto que sea útil para los cusqueños sin que sea una amenaza para el patrimonio cultural del Perú. Este no es ni uno ni lo otro.

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