Perú aceleraría su crecimiento a 4.1% en 2020 por la solidez de la demanda interna, el alza de precios de las materias primas y las políticas fiscales y monetarias anticíclicas. (Foto: GEC)
Perú aceleraría su crecimiento a 4.1% en 2020 por la solidez de la demanda interna, el alza de precios de las materias primas y las políticas fiscales y monetarias anticíclicas. (Foto: GEC)

Crecer significa producir más. En 2018, la economía peruana produjo 3.99% más que en 2017, insuficiente para lograr mejoras en la reducción de la pobreza y la desigualdad. Muy lejos de lo que Perú podría crecer si usara mejor sus recursos, cifra que gira alrededor del 5.5%. Crecer más es generar más empleos y así contribuir a disminuir la pobreza y la desigualdad. No es lo único, pero es importante.

El crecimiento puede subir de dos formas no excluyentes: se invierte más o se eleva la productividad. La inversión, grande, mediana o pequeña es crucial para crear empleo. Cifras recientes muestran que el empleo se concentra en empresas con menos de 10 trabajadores (72% del empleo) y ahí hubo una caída en 2018. Las empresas invierten más cuando esperan que los consumidores e inversionistas compren más. Para que esto ocurra, quienes compran e invierten deben ver el futuro positivo. Pero ahora muchos dudan y eso posterga decisiones de inversión y consumo. El ruido político y los destapes de corrupción generan incertidumbre.

La productividad mide la eficiencia con la que se usan los recursos. Ser más productivo significa producir más con los mismos recursos. Pensemos en una pequeña empresa. Trámites interminables, infraestructura en mal estado, baja capacitación para el trabajo, inseguridad y bajo acceso al crédito formal, entre otros factores, hacen difícil elevar la productividad. La única forma de salir de esto es con reformas que no se ven y ni siquiera se plantean. Es esto lo que impide crecer a mayores tasas.

Este 2019 debería ser el año de las reformas, pues no existe otra manera de elevar el bienestar de los ciudadanos, que son la razón de ser de cualquier estrategia económica. Fácil decirlo, difícil hacerlo, pero al menos tenemos que intentarlo.

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