Cotler was right

La semana pasada, el Perú perdió a uno de sus últimos intelectuales públicos. El último ha sido un año de pérdidas importantes. La muerte de Julio Cotler se dio a solo pocos días de la del sociólogo Gonzalo Portocarrero y menos de un año después del fallecimiento de Aníbal Quijano, quienes desde sus espacios ayudaron a delinear el pensamiento crítico del país.

Cotler fue una figura clave en el análisis de la realidad nacional. No por nada se convirtió en un personaje tan icónico, sobre todo en los últimos años cuando las campañas y los debates comenzaron a ganar terreno en las redes sociales. De ahí que el acierto de sus pronósticos lo convirtieron con cierta frecuencia en protagonista de frases virales que circulaban con un “Cotler was right”.

Fue, probablemente, lo más cercano que el Perú tuvo en mucho tiempo a un divulgador público. A pesar de la complejidad de su filo, tenía la capacidad de seducir con sus ideas a los más jóvenes y las ganas de aprovechar los espacios mediáticos a los que era invitado para ayudarnos a afinar el lente con el que veíamos al país. Evitó las perspectivas maniqueas de la realidad, lo que llevó a que, en su etapa más reciente, ni la derecha ni la izquierda lo reclamasen para sus filas. Defendió la necesidad de un Estado funcional a los intereses de los ciudadanos, pero criticó siempre el clientelismo y la mirada centralista del Estado. Fue el principal defensor del liberalismo republicano, que tanto bien le haría a nuestro país.

Como escribe Alberto Vergara en su última columna en El Comercio, aunque Cotler “había llegado a la vejez, no era un viejo. Que era lo más cercano que teníamos al solitario solidario de Camus. Que era, en fin, ese cascarrabias alegre y pincha globos sin el cual los pueblos no progresan”.