(Roberto Cáceres)
(Roberto Cáceres)

Redacción PERÚ21

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Durante 19 años fue oficial del Servicio de Inteligencia. El coronel del Ejército ® Juan Carlos Liendo revela que existe un gran malestar en las Fuerzas Armadas por el presidente y su manejo político en la toma de decisiones militares.

¿Es común declarar la inamovilidad de las tropas?Normalmente se da por razones operativas o administrativas con un alto nivel de importancia. Las actividades de conteo de munición no responden, normalmente, a orden de inamovilidad.

Hasta ahora existen dudas sobre quién dio esta orden, si el ministro de Defensa o el comandante del Ejército. ¿Tiene conocimiento de quién fue?Una orden de inamovilidad es ejecutiva, que debe darse dentro del nivel de las Fuerzas Armadas. Una orden política para ejercer una orden de inamovilidad es inusual.

Pero las primeras informaciones dan cuenta de que el ministro Valakivi dio la orden.Exacto. Hay informaciones contradictorias de un lado y del otro. Lo que sí está claro es que existe una evidente falta de liderazgo y de comando sobre las políticas de defensa y las institucionales. Se está involucrando a la institución en problemas políticos de alto nivel porque no hay un liderazgo efectivo desde el nivel político sobre la institución.

¿Eso está causando el desprestigio de las FF. AA.?Obviamente. Un conjunto de asesores políticos que rodean al jefe de Estado podría estar dando información incompleta o interesada para generar un caos que nadie puede definir. Eso es lo que está sucediendo.

¿Y el liderazgo tendría que venir del presidente?Obviamente, más aún siendo él un militar. El problema del presidente es que se ha rodeado de una serie de asesores que solo ven su interés personal y económico.

¿Y, entonces, hay un malestar en las FF. AA.?El malestar es una consecuencia inmediata, normal. Es natural que llevar el desprestigio de la institución en el campo político cause malestar. Colocar al Ejército en el centro de una discusión política es una irresponsabilidad.

¿En qué momento se ha puesto al Ejército en el centro de la discusión política?Cuando se habla de un supuesto golpe de Estado. Eso es producto de una mala gestión institucional.

¿Un golpe de Estado ahora es imposible?Un golpe de Estado no corresponde al profesionalismo de los actuales mandos. Me da tranquilidad y confianza el cuerpo de generales que está en el Ejército, pero de las decisiones políticas del gobierno se puede esperar cualquier cosa.

¿El malestar que existe hace que algunos mandos se reúnan para conversar de la situación y la influencia de la política?Lo cierto es que en los últimos años se ha desplazado profesionalmente a una serie de oficiales, privilegiando grupos internos dentro de la institución. Eso causa divisionismo. El actual presidente ha creado división dentro de las FF.AA. Está haciendo regresar las relaciones civiles y militares a hace 15 años. Hay un enfrentamiento de la institución con el poder político.

¿Se refiere a que miembros de la promoción del presidente o allegados están en los más altos cargos del Ejército?Bueno, particularmente.

¿La política de ascensos de este gobierno ha dividido a las Fuerzas Armadas?Definitivamente, y eso hace posible de que existan grupos de diferente tipo que, al romper la institucionalidad dentro del manejo del Ejército, busquen sus propios grupos para defender sus intereses.

¿Y estos grupos no podrían gestar un golpe de Estado?No se descarta que oficiales extremistas con poco conocimiento de la realidad actual, y que se sientan contrarios al gobierno, puedan estar deliberando sobre eso, sobre un golpe de Estado. El resquebrajamiento institucional para las políticas internas del Ejército facilita la aparición de grupos fuera del orden jerárquico e institucional.

¿Quién provoca este escenario?Lo provoca la toma de decisiones a partir de chismes, prejuicios o rencores. En este gobierno ha habido intromisión política en decisiones militares, incluso de la primera dama. Eso crea malestar y un gran descontento con el presidente Humala.

¿Los rumores de un golpe de Estado vienen del Ejército o del mismo grupo del presidente Humala?Eso no está claro. Lo que sí está claro es que el gobierno no tiene capacidad para decir de qué grupo viene. Eso también es consecuencia de que se han desarticulado todos los órganos de inteligencia y contrainteligencia del Estado para cuidar la Nación. El gobierno tiene poco control de lo que pasa dentro de las FF.AA. o dentro de su propio grupo.

Incluso se ha comentado que el presidente solo pretende defender a su esposa.Eso es lo que se comenta en todos lados.

¿En el Ejército también?Se comenta en todos los ámbitos. No hay una acción o información clara que lo contradiga.

AUTOFICHA

■ "Me gradué como oficial de artillería en el Ejército y me retiré como coronel en diciembre del 2012. Dentro de mis cargos más importantes, he sido oficial de Inteligencia 19 años. He sido jefe del Servicio de Inteligencia 3 años, y agregado militar en Estados Unidos".

■ "La clase política logró neutralizar las intenciones del presidente de instaurar un régimen chavista. Esto no se dio en el plano político, pero en el plano militar el riesgo es la infiltración chavista en la seguridad nacional. Ahí tiene que ver Antauro".

■ "Antauro es parte de toda esta proyección chavista que va por el lado de la inseguridad nacional. Es un tema no atendido en el sector político. Lamentablemente, en el gobierno no hay comprensión política democrática ni comprensión militar. Entonces, hay un divorcio".

Por Ricardo Monzón Kcomt (rmonzon@peru21.com)