Clases virtuales.
Clases virtuales.

Columnista invitado

Por Solange Minaya Serra, 10° grado, Innova Schools Santo Toribio

Estamos experimentando una situación que, creo yo, no imaginábamos vivir, una enfermedad que apareció súbitamente y cambió nuestra rutina diaria. Yo tenía una bien marcada en el colegio, y como todos me pregunté al inicio cuán difícil sería adaptarme a la enseñanza virtual.

Por años, he tenido la costumbre de estar en un salón con mis compañeros y profesores, con recreos, conversaciones, etc. Sin embargo, eso ya no es posible. Es como si se hubiera paralizado el mundo. Ahora solo cuento con una computadora o un celular como únicos recursos para comunicarme y al mismo tiempo para aprender. Paradójicamente, antes solo los usaba como recreación.

Si soy sincera, al principio creía que sería difícil adaptarme y me surgieron muchas interrogantes: ¿ahora cómo podré despejar mis dudas ante una tarea que no entienda?, ¿cómo explicarán los profesores sus clases?, ¿será posible que todos mis compañeros puedan aprender al mismo tiempo?

Luego de varias semanas, esas dudas fueron subsanadas gracias a la pronta respuesta de mis profesores y la forma tan divertida de aprender. Es cierto, costó, no lo voy a negar. También extraño las clases en un salón y las conversaciones con mis compañeros, pero debo decir que considero que esta es una gran oportunidad para que nosotros como estudiantes líderes, pues Innova nos preparó para esto, demostremos ese liderazgo y la autonomía que se han forjado en las aulas.

Finalmente, resaltar que la única forma de que esto funcione es con la responsabilidad y voluntad de todos los involucrados en adaptarnos y aprender a salir adelante. Sobre todo, lo fundamental es el esfuerzo y apoyo de los padres y profesores que luchan día a día para afrontar los retos que nos impone esta pandemia. Acaso, ¿no es eso lo más importante? Debemos darnos cuenta de que, a pesar de todo, la oportunidad de aprender sigue presente y eso es suficiente para estar agradecidos.