(Composición: Perú 21)
(Composición: Perú 21)

Muchaypiña, apellido de uno de los de la banda de autoridades/delincuentes de La Victoria, podría ser un buen vocablo resumen de cómo es la corrupción en Perú hoy. Ya era mucha coima y, piña, lo detuvieron. Pero todavía queda harto Muchaypiola suelto, y se trata de conseguir que, más bien, abunden los Pizcaypiña.

No recuerdo quién dijo que la corrupción no es un cáncer, sino un hongo. No se amputa, se controla siendo metódico. Dentro de todo lo malo que vivimos hay dos circunstancias actuales que son un plus y una tecnología que puede ayudar a mantener el hongo a raya. La primera es que existe la posibilidad de una renovación total de la Contraloría, si Nelson Shack tiene lo necesario para rehacerla desde sus cimientos. La segunda es la iniciativa de reformar el CNM y crear un mecanismo de vigilancia de la reforma judicial.

Los audios dan asco, pero son una bendición, porque facilitan una nueva oportunidad de reformar. No revelan nada nuevo. Esa es la mugre que puede haber en otras cortes y no solo en el Callao. Gracias a la tecnología, en no muchos años, un buen uso de Inteligencia Artificial puede ayudar mucho a identificar qué sentencias se diferencian de lo usual en casos similares, para analizar si hay motivo jurídico o coimero que lo explique.

La inteligencia artificial contra la pendejada humana, digamos. Pocos y bien pagados funcionarios podrán con inteligencia artificial detectar a los conchudos. Pero hay que garantizar la calidad personal de esos pocos. En fin, es posible. Por ahora, no se ha inventado la Pendejada Artificial, Dios nos libre.