Contra el control de precios.
Contra el control de precios.

Ante el súbito aumento de la demanda de algunos productos, estos, como era de esperarse, subieron de precio. Aquello ha sido tomado por muchos como el vil lucro de las empresas con la emergencia sanitaria. Sin embargo, antes de pedir soluciones simplistas como el control de precios, se debe entender que esta receta es la causante de la pobreza y la hambruna de todos los países donde se aplicó, incluido el Perú, por los siguientes motivos.

Primero, al fijar un precio inferior al del mercado, se incrementará la demanda, puesto que el producto regulado será más barato. Aquello causará que este se agote rápidamente. Segundo, a los productores no les convendrá seguir produciendo productos cuyas ganancias igualan o superan brevemente a los costos; entonces, la producción se contraerá. Por lo tanto, aumentará la escasez del producto controlado, ya que los productores preferirán dedicarse a otra industria u ofrecerán sus bienes en el mercado negro, a un precio más alto que el que habría sin control de precios.

En cambio, sin control de precios, el aumento de la demanda producirá que aumenten los precios, como ha sucedido, pero también aumentará la oferta, puesto que industrias que se dedicaban a producir bienes cuya demanda cayó ahora se verán atraídas a producir los bienes cuya demanda aumentó. Entonces, aquello producirá que los precios bajen y se logre el equilibrio entre la oferta y la demanda.

Atravesamos por tiempos muy difíciles, en los que nos enfrentamos a dos virus muy peligrosos. A uno lo conocemos y sabemos cómo prevenirlo, y es el COVID-19. Pero el otro, que se llama populismo, ronda entre nosotros en los momentos de desesperación, para ofrecerse como salvador, pero termina siendo la debacle económica, social e institucional de cualquier país.

Estamos advertidos.