[Opinión] Abraham Levy: Día de La Tierra 2022. (Foto: EFE / Ernesto Arias)
[Opinión] Abraham Levy: Día de La Tierra 2022. (Foto: EFE / Ernesto Arias)

Poco que celebrar ayer en un nuevo Día de la Tierra que, año a año, transcurre en medio de un indetenible hábito por el consumo de combustibles fósiles cuyo resultado directo es un constante incremento de los gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera.

Es absolutamente incontrastable el hecho de que la cantidad de metano y dióxido de carbono en la atmósfera crece a una velocidad nunca antes observada. Ello, de acuerdo a los registros directos de que más de 3,000 metros de hielo apilado en la Antártida nos permiten mirar para atrás; en las distintas capas de hielo que estuvieron expuestas al aire en más de 400,000 años.

Si bien es cierto que el discurso político se ha vestido de ambientalista, está más claro que nunca, tras la agresión a Ucrania; que el petróleo, sus volúmenes de disponibilidad y su precio perfilan la política y economía globales.

Si uno ve un mapa actualizado del calentamiento global, verá una isla fría muy reciente en la costa del Perú. Son los dos años de La Niña que han enfriado nuestra costa. Eso terminará este año.

El próximo Día de la Tierra en 2023 nos encontrará posiblemente en el camino a un nuevo El Niño. Es la parte cálida de un ciclo climático natural de enfriamiento y calentamiento del Pacífico Ecuatorial que se produce en un planeta cada día más caliente.