Martín Vizcarra da Mensaje a la Nación desde el Congreso. (Foto: Andina)
Martín Vizcarra da Mensaje a la Nación desde el Congreso. (Foto: Andina)

Por: Percy Medina
Representante de Idea Internacional


No alcanza el tiempo para votar la propuesta del Ejecutivo en dos legislaturas, que es una de las vías para aprobar una reforma constitucional como la planteada por el presidente.

La presente legislatura se ha iniciado hace dos días y se necesitaría una segunda para aprobarla, con lo cual estaríamos excedidos con los plazos. La única posibilidad es una votación en la que, sin haber obtenido los 87 votos, esto pase a un referéndum y la gente sea la que decida.

Pero, de igual forma, el camino nos lleva al Congreso de nuevo, el presidente de la República puede hacer una propuesta pero no puede convocar a un referéndum sobre un tema de este tipo.

Ahora, es difícil organizar una consulta popular de esta magnitud porque sería de alcance nacional y, por lo menos, se necesitaría de tres meses para prepararla, es decir, hasta octubre si existe celeridad y consenso para ejecutarla.

Porque lo que se necesita es un acuerdo político para sacar adelante el referéndum. En el año 2000, cuando Alberto Fujimori renunció por fax desde Asia, lo que sucedió en el Congreso fue un gran acuerdo para acomodar los plazos y poder realizar elecciones en abril del año siguiente, porque todo eso sucedió en noviembre.

Fue un proceso complejo, pero lo que permitió que esto funcionara fue el consenso en el Parlamento. Se articuló una mayoría que fue la que le dio forma legal a la voluntad evidente de que debía haber un nuevo gobierno en el más corto plazo.

Se nombró un gobierno de transición que presidió Valentín Paniagua, que fue de noviembre de 2000 a julio de 2001, y en la idea de que el nuevo gobierno asuma en julio de 2001.

Es difícil prever un consenso como están las cosas, pero es la única manera de viabilizar algo. Porque si lo que ocurre ahora es la gran discusión que dará lugar a una cuestión de confianza, esta se vota. Si fuera negativa, puede dar lugar a la disolución del Congreso, y en ese caso, lo que corresponde es convocar a elecciones para así completar el periodo parlamentario, y no para adelantar un quinquenio.

La decisión de Vizcarra no solo pasa porque no se aprobó la modificación de inmunidad como quería, hay una relación difícil de administrar entre el Ejecutivo y Legislativo. Eso es evidente.

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