[OPINIÓN] Richard Arce: “Siembra vientos y cosecha tempestades”
[OPINIÓN] Richard Arce: “Siembra vientos y cosecha tempestades”

Venimos anunciando de esta situación insostenible, sobre la pérdida de legitimidad del Congreso, no solo por las últimas encuestas que coinciden en un paupérrimo 6% de aprobación, sino porque el hartazgo de la gente está llegando a niveles de agresiones y hasta de violencia en diferentes participaciones de los parlamentarios en las regiones que representan.

Era evidente que la falta de criterio y sobre todo empatía con la crisis política que nos ha llevado a tener al país en llamas, en los primeros meses del año, les está pasando factura y exigía una respuesta inmediata del Congreso con el reiterado adelanto de elecciones.

Pero en el Congreso solo hicieron una puesta en escena de supuestos debates de la ley de reforma constitucional como pretexto para engañar a todo un país, cuando en realidad solo querían atornillarse a sus curules hasta el 2026.

Los congresistas nunca entendieron que la caída del gobierno de Castillo los arrastraba al cadalso, por ser cómplices en los 17 meses de gobierno, inclusive con evidencias de participación de varios congresistas en las trapacerías del expresidente, ahí están los inefables “niños”.

Súmenles los despilfarros escandalosos que a costa de todos los peruanos los congresistas se despachaban con dinero público, viajes de placer y turismo innecesarios, en plena conflictividad y hasta en pleno desastre natural. ¿Cómo no va a generar indignación? El mayor cinismo vino después, con una supuesta convocatoria de los conspicuos padres de la patria, pidiendo colaboración con donaciones para los damnificados.

No quedan ahí los escándalos; están también los bufet, seguros médicos exclusivos, cocheras y tanto boato al que se han acostumbrado los congresistas que son capaces de todo, hasta de engañar a la población con el cuento del adelanto de elecciones.

Al parecer, nunca se dieron cuenta de que sus acciones tendrían consecuencias y hoy estamos siendo testigos de estas acciones violentas en contra de los parlamentarios que se deben condenar. No podemos avalar actos violentos, pero son una respuesta a sus actos de ignominia.