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[Opinión] Richard Arce: Un congreso de violadores y cómplices

Es evidente que Pedro Castillo se siente cómodo con este Congreso. Sin mayor esfuerzo tiene un Parlamento desprestigiado, timorato y torpe en sus acciones políticas que permite todo el zafarrancho que hace este Gobierno; al extremo de tener congresistas cómplices y hasta un violador sexual.

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Es evidente que Pedro Castillo se siente cómodo con este Congreso. Sin mayor esfuerzo tiene un Parlamento desprestigiado, timorato y torpe en sus acciones políticas que permite todo el zafarrancho que hace este Gobierno; al extremo de tener congresistas cómplices y hasta un violador sexual.
Tenemos al recientemente elegido (ahora renunciante) tercer vicepresidente de la Mesa Directiva del Congreso, Wilmar Elera, sentenciado a 6 años de prisión por corrupción; quien tuvo el desparpajo de victimizar a la trabajadora del Congreso que fue violada por el congresista Freddy Díaz al justificar ese acto execrable argumentando que trabajaba solo con hombres y responsabilizando al alcohol de los hechos.
Fui congresista, sé que es difícil diferenciar el trabajo parlamentario con las relaciones sociales que se establecen en este foro político porque compartes muchas actividades conjuntas con colegas en comisiones, en las sesiones del Pleno, inclusive en el comedor donde se distienden las relaciones y se entablan amistades. Pero diferenciemos, una cosa es la camaradería y las relaciones sociales y otra muy distinta es la responsabilidad de representación que se tiene.
Ahí es donde un congresista se define. O eres cómplice con las componendas o las confrontas y cumples las tareas para las que fuiste elegido. Parece sencillo, pero este Parlamento nos demuestra que prefiere estar a espaldas de los intereses del país; no existe la voluntad política y menos tiene la solvencia moral para ejercer sus funciones de control político y fiscalización contra un presidente corrupto.
Por estos motivos es que se tiene todavía en el poder a Pedro Castillo, quien ahora se da el lujo de enviar a sus ministros a presionar a la Fiscal de la Nación para que desarticule el equipo especial de la Policía que trabaja ya con la fiscal Barreto para garantizar la seguridad de los colaboradores eficaces y lograr la captura de sus secuaces Silva y el sobrino Fray Vásquez.