Conexión popular

El presidente Martín Vizcarra alcanza su punto de aprobación más alto desde que asumió la máxima magistratura del país, en marzo de este año. Según las cifras de Ipsos Perú, publicadas ayer en El Comercio, el 61% respalda su gestión, frente a un 28% que la desaprueba. Ambas líneas sufrieron considerables quiebres en sus tendencias en comparación al mes anterior.

Mientras el indicador en azul alcanzaba el 45% en setiembre, el rojo ascendía a un importante 44%.

Ya el 1 de octubre Perú21 había dado cuenta de los resultados de la encuesta de Datum en la que Vizcarra lograba capitalizar sus últimas actuaciones. Quince días antes había planteado una cuestión de confianza para presionar a los legisladores a aprobar, en los plazos que había exigido, las cuatro reformas constitucionales. El Congreso, arrinconado, no tuvo más remedio que otorgar la confianza y correr en el debate, dejando atrás la lentitud que imperaba en la Plaza Bolívar. En aquel sondeo su aprobación también alcanzó el 61%, 14 puntos más que la medición anterior.

Son cifras notables que le dan al mandatario harta influencia en las decisiones de la población. Ipsos, contando ya con las preguntas oficiales que serán parte del referéndum, este 9 de diciembre, consulta a la ciudadanía su respaldo a cada una de ellas. De las cuatro, sufre un revés dramático la referida a la bicameralidad. Probablemente ello se explique porque Vizcarra, el martes 9 de octubre, en conferencia de prensa, llamó a los peruanos a votar por el No al retorno a este sistema parlamentario tal como había sido aprobado en el hemiciclo. La encuesta publicada ayer tiene fecha de campo del 10 al 12 de este mes.

En aquel pronunciamiento, el presidente argumentó su postura diciendo que la propuesta del retorno a las dos cámaras había sido desnaturalizada. La población parece creer en las palabras de Vizcarra, quien dejó en evidencia que el Congreso quiso cambiar el sentido de las normas y ello fue percibido así por los encuestados.

El mandatario, sin embargo, no debería mirar solo las cifras en azul. Del porcentaje que lo desaprueba, el 43% lo hace porque considera que en su Gobierno hay corrupción. Más atrás, le endilgan poca preocupación en la inseguridad, escasos avances en la recuperación económica y hasta falta de liderazgo. En suma, Vizcarra goza ahora de un gran respirador pero debería empezar a mirar el resto de problemas del país para llegar a buen puerto al terminar el 2021. Algo de ello ya hemos empezado a ver. Qué siga así.