Aunque aún estamos a 19 meses de las elecciones de 2026, faltan solo siete para definir algunos temas claves para dicha elección. La de mayor impacto es la delimitación de las circunscripciones o distritos electorales, por los que se van a elegir a los senadores y diputados. La reforma constitucional señala que los senadores se eligen asegurando un representante por cada circunscripción electoral, mientras que los restantes por distrito único electoral nacional. Lo propio ocurre con los diputados. Esa ley está pendiente.
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En 1990 fue la última vez que los peruanos elegimos senadores y diputados. Los 60 senadores se eligieron en distrito único, los 180 diputados en distrito múltiple. Un diputado para la provincia de Lima, así como para las demás provincias del departamento de Lima, para el Callao y para cada uno de los demás departamentos de la República. La distribución del resto en proporción a la densidad demográfica. Desde 2001, los congresistas se eligen por circunscripciones, 27 en el proceso electoral de 2021.
En Estados Unidos se eligen 435 representantes en circunscripciones uninominales. El número de representantes por cada estado se calcula según la cantidad de habitantes. En el Senado se eligen dos por estado. En Chile se eligen 155 diputados en 28 distritos electorales. Los 50 senadores, en 17 circunscripciones. Cada región es una circunscripción. El número de senadores varía entre dos y cinco dependiendo del tamaño de la población. En Colombia se eligen 100 senadores y 165 diputados de manera directa. Los senadores por circunscripción nacional. Los diputados en 33 circunscripciones, para lo cual cada departamento constituye una circunscripción y Bogotá en una independiente.
En el diseño de la bicameralidad, los criterios diferenciados para elegir a una y otra cámara tienen como objetivo mejorar la representación. Algunos países buscan periodos diferenciados, mayores para el Senado y más cortos para diputados o elecciones a mitad de periodo presidencial. Pero, sobre todo, una delimitación de distritos diferente en una y otra cámara.
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En esa tarea es bien conocida la práctica del gerrymandering, definida como la delimitación de circunscripciones con criterios partidarios. El origen del término se le atribuye al gobernador Gerry, quien logró recortar una circunscripción de modo tal que se viera favorecido con las preferencias electorales conocidas. Más allá de la manipulación de la práctica, lo que queda claro es la relevancia de la delimitación de las circunscripciones, pues el resultado puede variar sustancialmente. De manera que está pendiente una ardua tarea.
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