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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Para empezar, se requiere de una cabeza que defina un norte; un gobierno tiene que trasmitir lo que está buscando para que sea identificado a lo largo y ancho del Estado. Así, la población sabe hacia dónde se va y los funcionarios a todo nivel se alinean con el objetivo central que se ha trazado.

Por ejemplo, el gobierno anterior priorizó la promoción de la inversión, hubo un mensaje uniforme durante esos años y el resultado final que se obtuvo en ese aspecto fue bastante adecuado. Hoy, por el contrario, no se sabe cuáles son las prioridades gubernamentales, mientras que los ministros dan la impresión de estar más interesados en reaccionar ante eventos diarios que en tener un sendero marcado.

Por otro lado, se está debilitando la fortaleza económica del país por lo que es fundamental tratar de recobrar el crecimiento antes de entrar a los procesos electorales que se avecinan y que van a durar dos años. Por lo que deberían dejar de lado por unos meses la politiquería para enfatizar la búsqueda de resultados.

Para ello se requiere no solo renovar sectores agotados –Interior, Educación– y que son vitales para la población sino también darle un impulso al gobierno con un mensaje claro. Más aun, este podría estar vinculado a la eficiencia ahora que se plantean reformas en el Estado, o podría ser la necesidad de mejorar los servicios que se le brindan a los ciudadanos. Quién sabe, pero lo importante es que estén enfocados.

Con lo cual, al tener un horizonte definido, se reduce la incertidumbre y se recupera el entusiasmo tanto del consumidor como del empresariado. Mas bien después de ese corte comercial el gobierno puede volver a jugar a la política electoral, pero para entonces estaremos mejor parados.