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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Al boom de los mercados emergentes (2002-2012) le siguió un periodo en el que las economías desarrolladas ganaron posición relativa frente a los países emergentes, lo que hizo virar los capitales hacia estos últimos. ¿El triunfo del Brexit podría implicar un nuevo punto de inflexión en las decisiones de los inversionistas globales, mejorándose la posición de las economías emergentes?

En este nuevo escenario global, América Latina, específicamente la Alianza del Pacífico, enfrenta una enorme baraja de oportunidades. Y es que a la reciente ola de enojo y frustración populista contra el establishment político en Gran Bretaña y también en EE.UU., con la explosión de Donald Trump (quien ya declaró apoyar el Brexit), se opone el reciente viaje político en la región desde el populismo hacia la libertad económica. A la alianza entre Perú, Colombia, México y Chile, se suma el interés de Argentina de unirse al grupo, lo que constituye una alternativa viable para los portafolios globales que buscarían rebalancearse hacia posiciones más altas en oportunidades en regiones emergentes.

El reto está en brindar oportunidades a esta mayor demanda por rentabilidad, a través de instrumentos financieros que viabilicen los recursos hacia los proyectos que tanto necesita la región. A las necesidades macroeconómicas de infraestructura se le suman atractivas oportunidades a nivel empresarial en sectores como vivienda, agroindustria, turismo, forestal, acuicultura, y otros. Y a las grandes inversiones se suman oportunidades en las medianas empresas. Para todo ello, es crucial asegurar el desarrollo del sistema financiero tanto por el lado de la oferta de alternativas de inversión, como por la solidez del ahorro institucional peruano (sistema de pensiones, seguros, fondos mutuos, banca privada, etc.), que actúe como complemento y contraparte de un interés internacional que probablemente aumentará.