La villa olímpica de los Panamericanos Lima 2019 se encuentra en construcción (Foto: USI)
La villa olímpica de los Panamericanos Lima 2019 se encuentra en construcción (Foto: USI)

Imagínense un grupo de siete altos edificios –aún pelados– de 19 y 20 pisos construidos encima de un gran desierto y, al fondo, un escenario de cerros ocupados por un asentamiento humano. Esa es la nueva Villa Olímpica, residencia para los atletas que vendrán a los Panamericanos. Las torres se imponen, pero, lamentablemente, se imponen para mal. ¿Es acaso una Villa Olímpica o una Villa Desierta?

Las críticas no se hicieron esperar. Edificios desconectados de la ciudad. Que, además, ocupan el terreno del que era un pedazo de parque zonal, arrebatándonos equipamiento público que nos es escaso y muy necesario. Edificios con orientaciones distintas. Es decir, a uno les entrará la luz del sol por la mañana y a los otros no. Edificios entre los cuales correrá mucho viento, como suele pasar entre las construcciones altas y que desmotivará a las personas a quedarse en el espacio público. Edificios sin servicios pues cuando se construye solo residencia, se olvida todo lo demás que se necesita para vivir: bodegas, nidos, restaurantes, etc. Edificios sin acceso, pues no llegará el transporte público y obligará a sus residentes a caminar muchísimo o a usar auto. Edificios que estarán rodeados de verde, pero solo hasta que pasen los juegos y se vendan los más de 1,000 departamentos a familias llenas de ilusión.

Edificios sueltos que no sirven para crear ciudad, ni para conectar, ni para compartir, ni para hacer comunidad. Edificios que demuestran que no habrá legado, que los Panamericanos pasarán por nuestra ciudad sin dejar nada más que unas semanas de tráfico. Y esto nos molesta. Molesta a todos los que queremos nuestra ciudad, molesta a todos los que trabajamos por hacer nuestra ciudad un mejor lugar. Invito a que se revise la inversión realizada en estas obras, pero también, y sobre todo, el dinero invertido en infraestructura vial. Hasta el momento, solo he visto pistas ampliadas y autopistas nuevas que dan la equivocada esperanza de velocidad pero que acabarán alojando la congestión.

Lo que más asusta es que estas torres puedan convertirse en ghettos. Lugares en los que dé miedo estar. Lugares que se deterioran por la delincuencia. Lugares que se abandonan por su baja calidad urbana y la poca calidad de vida que ofrecen. Esta historia se repite en muchos lugares del mundo, donde se construye viviendas con estilo modernista pero sin integración urbana, como ha sido el caso del Complejo de Vivienda Social en Pruitt-Igoe en Estados Unidos, que acabó siendo dinamitado.

Estos edificios parece que serán un nuevo monumento que nos recordará que sin planificación ni visión de futuro, no podemos gestionar nuestra ciudad. Lima se merece más, repítanlo, Lima se merece más.

TAGS RELACIONADOS