(César Campos)
(César Campos)

El actual alcalde de Lima tiene un ensañamiento particular con la Costa Verde. No terminamos de entender si su interés es solo una obsesión egocéntrica o si es que quizá la Costa Verde representa eso que parece odiar tanto: la posibilidad de que la ciudad cuente con un espacio público democrático que pueda ser disfrutado por todos los ciudadanos. El tercer carril, la pasarela amarilla y la ciclovía mortal (recuerden el recorrido de Pancho Cavero que se viralizó en redes sociales) son solo manifestaciones de esas obras desconectadas y que no responden a ninguna planificación urbana, que no solo no se consultan sino que se imponen, a punta de fuerza y de matonería. ¿Qué se creen estos que reclaman espacios públicos?, se debe preguntar cuando arrecia el conflicto.

La última destrucción ha sido la de la playa Redondo, de las pocas que cuentan con arena sobre la cual echarse a tomar sol. Usando mentiras para conseguir las autorizaciones, igual intervienen en zona acuática perjudicando el ecosistema y poniendo en peligro a las personas. Los muros de contención improvisados no tardan en erosionarse, las excavaciones se aniegan ni bien sube la marea y la playa parece un rezago de lo que alguna vez fue. El verano pronto llegará y más personas notarán la pérdida que este maltrato representa y ya será muy tarde, pues los daños se tornan irreparables.

Mientras enfrentamos un proceso electoral lento y bastante aburrido, los limeños no sabemos a quién elegir pues las opciones que tenemos son bastante pobres. Lamentablemente, todos seremos perjudicados cuando el sillón electoral lo asuma alguien con poca experiencia o, peor, nulo interés en mejorar la capital. Si bien son muchos los aspectos que debemos exigir a los aspirantes a alcaldes, un tema que puede ayudarte a definir tu voto es su posición con relación a la Costa Verde.

Por eso, pregúntale a tu candidato cuál es su visión sobre la Costa Verde: ¿se imagina una playa llena de gente?, ¿quiere conectarla con la ciudad por medio del transporte público?, ¿tendrá un rol protagónico en su gestión a través de la Autoridad Autónoma de la Costa Verde o prefiere seguir impulsando una vía para autos a costa de la playa?, ¿busca privatizar sus terrenos ofreciéndolos a terceros sin controlar que taparán la vista al Pacífico o restringirán el acceso? Al primero dale tu voto y del segundo no solo huye, sino también ahuyenta a cualquiera que parezca interesado en sus propuestas. Si eso quiere hacerle a la Costa Verde, no te imaginas qué va a hacer de Lima cuando caiga entre sus manos. La ciudad (y la Costa Verde) merecen mucho más. Todos nosotros nos merecemos mucho más.

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