La sensación de frío se acentúa en el invierno. (Foto: GEC)
La sensación de frío se acentúa en el invierno. (Foto: GEC)

Hemos vivido una semana tremendamente emocionante en Lima con el IV Foro Internacional de Intervenciones Urbanas y el III Encuentro de Placemaking Latinoamérica que reunió a ciudadanos y especialistas de distintos países que tenían algo en común: su pasión por las ciudades, por los espacios públicos, pero, sobre todo, su amor por la gente.

Me será muy difícil transmitir aquí todo lo vivido, pero haré el esfuerzo por compartir momentos que me marcaron. Y el primero no es muy agradable. Un periodista le preguntó a uno de nuestros expositores cómo podría describir el espacio público de Lima. Y él se quedó pensando varios segundos, en un silencio que se me hizo pesado y eterno, y dijo: triste.

Inmediatamente sentí algo en el pecho. Y es que con el enorme cariño que le tengo a mi ciudad, estoy acostumbrada a que digan que Lima es fea, desordenada, insegura y gris. Pero que le digan triste me dolió. Triste. Cuánta pena lleva encima esta palabra. Triste.

Pero también comprometimos al alcalde de Lima y otros doce alcaldes de Lima y Piura con el Pacto por los Espacios Públicos y deberán cumplir con indicadores y compromisos concretos a los que haremos seguimiento; confirmamos que la Feria Campesina de la Av. Brasil se queda; contribuimos a que la red Placemaking Latinoamérica crezca; reconocimos a proyectos increíbles, como la Calle Habla de Brasil; convencimos a algunos reticentes a apostar por ciudades más humanas;e iniciaremos una ofensiva para ocupar los mercados y escuelas para que sean espacios seguros, vibrantes y compartidos.

Y es que lo que yo quiero es que digan que Lima es alegre, que sus espacios públicos son maravillosos y que es una ciudad fantástica. Y estoy convencida de que lo lograremos. ¿Y saben por qué? Porque cada vez más personas entienden que el espacio público es importante, que la ciudad es importante, que la gente es importante. Pero, mejor aún, cada vez más personas se involucran para actuar. Para hacer, ellos mismos, con sus propias manos, la ciudad que sueñan, la ciudad que aman.

Más de 1,000 personas de 20 países participaron esta semana en actividades y muchas más fueron parte de las acciones y se seguirán involucrando mañana con los recorridos y el festival de intervenciones urbanas 100 en 1 día en el Centro Histórico de Lima. Lo mejor es que además de recargar energías y aprender, nos llevamos increíbles amigos. Pero quiero reconocer, especialmente, a los voluntarios y voluntarias y a mi maravilloso equipo de Ocupa Tu Calle y Lima Cómo Vamos. Sin ellos nada de esto sería posible y, definitivamente, mi vida sería más triste. Con cada uno de ellos haremos que la gente piense, sienta y diga que Lima es alegre, siempre alegre.

TAGS RELACIONADOS