Lima (Getty)
Lima (Getty)

Para nadie es un secreto lo mucho que yo amo a Lima y tengo el privilegio de dedicarme a ella a través de mi trabajo. Es por ello que vivo de manera especial cada 18 de enero, cuando Lima celebra su aniversario. También, por eso me da bronca ver cómo, a pesar de la gente que se esfuerza por hacer de su ciudad un lugar mejor, Lima se deteriora y la maltratan.

Como mi día a día tiene que ver con datos urbanos, no me sorprenden muchas de las cifras que reflejan nuestros desafíos cotidianos. Sin embargo, nuestra última encuesta en Lima Cómo Vamos ha evidenciado que para los limeños la corrupción es también uno de los tres principales problemas de la capital. Por primera vez, incluimos como opción en la lista de respuestas “la corrupción de los funcionarios y servidores públicos” y un 27% de personas la eligieron como uno de los tres problemas más importantes que enfrenta la capital. Así, la corrupción se posiciona en el tercer lugar junto a la falta de limpieza pública que también alcanzó el 27% de menciones y después del transporte público (51%) y la inseguridad ciudadana con 75.4% (cifra que disminuyó en 8.1 puntos porcentuales con respecto al año 2016, en el que obtuvo 83.5%)

Este dato es más importante aún, pues hemos sobrevivido a un año tumultuoso y de destapes con relación a coimas recibidas por distintas obras públicas. Los limeños sabemos que muchas de nuestras autoridades y funcionarios son corruptos y este dato refleja qué tanto hemos incorporado esta situación como parte de nuestra vida en la ciudad. Parece que así como sufrimos el tráfico cada día y andamos con miedo por las calles, también somos conscientes de los negociados que ocurren para facilitar trámites y para asignar megaobras. El riesgo es que nos acostumbremos a que es así y aunque nos moleste, no hagamos nada para combatirlo. Por lo pronto, si ese 27% de limeños que considera la corrupción como un problema lo verbalizara más seguido, quizá podríamos dar unos pasos desde la sociedad para reducirla y evitar que la ciudad siga perdiendo dinero y continúe poniendo en riesgo la vida de cada uno de nosotros con obras inútiles.

Sin embargo, la buena noticia es que el 56% de limeños se siente orgulloso de vivir en Lima, porcentaje que se ha incrementado en 6.5 puntos porcentuales con relación a 2016. En especial, son los jóvenes entre 18 y 29 los más orgullosos y satisfechos de vivir en Lima. Este 18 de enero he deseado con fuerza que Lima se vuelva una ciudad que nos ofrezca bienestar, así que espero que todos podamos sumarnos a ese deseo para que Lima sea conocida por ser linda y no por ser corrupta.