Emociones que cambian la vida. (GEC)
Emociones que cambian la vida. (GEC)

Imaginen cuando le dan un apretón de manos a cualquier persona. Un acto que ni siquiera lo pensamos. Tan simple. Tan cotidiano. Tan imposible para muchos que ni siquiera notamos.

Ricardo en cambio sí los notó. Notó a los miles, millones de personas en el mundo que no pueden dar un apretón pues les falta una mano o un brazo.

Notó que son diferentes y que esa diferencia, muchas veces, pesa. Por suerte, ellos tienen ahora a Ricardo y a Stephany, quienes todos los días se levantan con la voluntad de transformar sus vidas. Han desarrollado unas prótesis accesibles y con movimiento que les devuelven oportunidad y, las más de las veces, dignidad. PIXED se llama su emprendimiento y se alzó ganador del desafío Kunan al emprendimiento social.

Pero también existen otros transformadores, como Misha Rastrera: la resistencia de la gente que ama la naturaleza y que, a través de sus fermentos y productos, evita la deforestación de los bosques. O como Sustainable Fishery Trade, empresa que genera más ingresos a los pescadores artesanales dándoles la confianza para sacarlos del yugo del intermediario. También están los chicos de Pausa, para el que quiere viajar diferente y así sostener a familias guardianas de las reservas naturales, y quienes están detrás de Estrafalario, la marca de ropa que da empleo a adolescentes en condición de vulnerabilidad y a mujeres presas con el objetivo de darles la oportunidad de una reinserción laboral.

Igual de valientes son los chicos de K’allampas, quienes han convertido el desecho agrícola de campesinos del Cusco en “granjas” de hongos comestibles cargados de proteínas que sirven como alimento a las familias y como fuente de ingresos.

Quienes están detrás de AIRE tienen el sueño de limpiar el aire de nuestra contaminada Lima pintando murales con una pintura que descontamina. También son unos atrevidos Dayana y José Adolfo, quien a sus 8 años, creó el Banco del Estudiante para niños y adolescentes, a quienes les dan dinero por material de reciclaje y capacitan en educación financiera.

Por último, Kausay se atreve a poner en el mapa a quienes son invisibles, a los que viven en la ciudad informal y que no tienen acceso a servicios básicos.

En la emocionante ceremonia se sentía una energía increíble, pero, además, se sabía que ahí no solo estaban estos proyectos, sino muchos otros. Montones de ideas transformadoras y, sobre todo, la firme convicción de que se harán realidad. Ideas que se conversan en cafeterías o en la sala de una casa, toman forma vía chat o correo, se comparten con una o con muchas personas o, como hicieron quienes crearon Kunan, ocupando un parque hasta las tres de la mañana.

Miren qué poderoso puede ser un parque que sirvió de escenario para concretar ideas y sueños para hacer realidad las ideas y sueños de los demás. Porque, además, Kunan es ahora; si no, ¿cuándo?

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