(USI)
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Empieza agradeciendo porque la ecografía indicó que era varón y no mujer. Cuando tengas a tu bebé en brazos, dile que es el hombre de la casa. Recuérdale, siempre, que los niños no lloran. No permitas que le guste el rosado. Quítale de un buen grito cualquier atisbo de mariconada y si eso no es suficiente, sácaselo a punta de golpes. Que mire durante toda su infancia películas donde son los hombres quienes “salvan” a las mujeres. Repítele, incansablemente, que los hombres son los que llevan los pantalones. Obliga a sus hermanas a servirles la comida y no, que no se levante para llevar los platos sucios a la cocina y que no se le ocurra lavarlos. Ese lugar corresponde a las mujeres.

Cuando empiece la adolescencia, reafirma con películas que el que no insiste con la chica que le gusta no consigue conquistarla. Que hay que insistir pues ella solo se hace la que no quiere. Llévalo a que debute con una prostituta. Que le quede claro que el cuerpo de las mujeres se compra y un hombre debe imponerse para dar satisfacción a sus deseos. Que te escuche decir lo orgulloso que estás de él con tus amigos por haberse demorado mucho ahí dentro del prostíbulo.

Celebra y haz bromas sobre sus supuestas hazañas sexuales, con las amiguitas del colegio, las vecinas y hasta las hijas de tus amigos. Hincha el pecho de orgullo. Obliga a que asienta y sonría; aunque al inicio le dé vergüenza, poco a poco se lo creerá por completo, así no haya nunca besado a nadie. Cuando tenga enamorada, pregúntale si ya se la tiró. Ríe a carcajadas cuando lo escuches contar sus anécdotas a sus amigos. Si parecen exageradas, solo guíñale el ojo. Justifica que se ponga celoso pues, ¿qué hace ella estudiando con un amigo?, ¿acaso cree que somos cojudos? Sé su cómplice cuando le saque la vuelta a su enamorada. Está muy bien que sea un pendejo.

Compártele videos y fotos de calatas por celular, pásense “el pack” mutuamente, cáguense de risa juntos. Cuando te cuente que una chica no le da bola, confírmale que es una puta, quién no querría estar con él si es bien macho. A las putas hay que convencerlas, dile, pues, bien que quieren que se la claven, solo que ahora se hacen las estrechas. Aprovecha cuando esté borracha; si dice que no, en verdad quiere decir que sí. De ahí, no la llames más. Total, es una puta. Cuando se enamore de verdad, sugiérele que declare su amor una y otra vez. Que le lleve flores y un oso de peluche. No te sorprendas cuando decide agarrar un frasco con gasolina y prenderle fuego en un bus pues si no es suya, no será de nadie.

En memoria de Eyvi y todas las mujeres asesinadas por la violencia machista.

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