La Municipalidad de Lima remarcó que los trabajos consisten en la ampliación a tres carriles en la Av. Benavides.
La Municipalidad de Lima remarcó que los trabajos consisten en la ampliación a tres carriles en la Av. Benavides.

Como siempre ocurre cuando acaba una gestión municipal, algunos alcaldes aplicados se aprestan a gastar los últimos centavos de sus presupuestos antes de dejar el puesto. ¡Maravilla! Ojalá fuera siempre en beneficio de los vecinos. Sin embargo, los vecinos suspicaces no confían. No confían en ese alcalde que acaba de empezar obras de remodelación de pistas en las mismas calles que se remodelaron hace pocos años. Varios vecinos de Magdalena nos han llamado preocupados por las obras que el alcalde Allison acaba de iniciar. Sí, a menos de un mes de terminar su mandato. ¡Qué diligente!, dirían los vecinos si es que confiaran, pero no confían. Muchos limeños consideran que los fondos públicos son administrados corruptamente, según la última encuesta Lima Cómo Vamos.

Otros vecinos del mismo distrito nos escriben preocupados por los ruidos que salen de un nuevo strip mall. Nos cuentan que cuando se acercaron a pedir que bajen el volumen de la música que tenían en la terraza, les respondieron que tenían licencia para hacer todavía más bulla. ¡No podemos dormir!, nos explicaban. ¿Hasta dónde llegan nuestros derechos y por qué los de ellos son más importantes?, se preguntaban. En el otro lado de la ciudad, hay quienes reclaman por postes caídos que no se recogen. Quienes buscan proteger sus espacios públicos de riesgos de privatización y los que se quejan de que no recogen la basura.

Así, los vecinos de este y otros distritos se sienten desprotegidos. Sin poder ni agencia para exigir sus derechos. Sin capacidad para acceder a información que debería ser pública. Hay incluso alcaldes que citan a sus vecinos a las 4:00 de la mañana para atender sus consultas. ¡Son muy chamberos, pues! En realidad, es otra estrategia para desincentivar a los ciudadanos y, muchas veces, se presta a oportunidades que se utilizan para fines oscuros.

Los limeños y chalacos consideran a la corrupción de funcionarios como el tercer problema más importante de la ciudad y es este, a mi juicio, el mayor reto que tienen los nuevos alcaldes: lograr que sus vecinos confíen en ellos.

Difícil y retador. No será suficiente con transparentar los datos y la información pública; las nuevas autoridades deberán recurrir a técnicas más creativas para poder ser dignos de confianza: portales abiertos, audiencias públicas, transmisiones en vivo y, sobre todo, cuentas claras. Los ciudadanos no queremos que nos vean la cara. No más.

Aprovecho para invitarlos a postular o difundir nuestro Premio Ciudad al Liderazgo Urbano, que busca reconocer proyectos urbanos promovidos por la sociedad civil, el sector público y los movimientos ciudadanos en Lima y Callao. Ingresando a la web de Lima Cómo Vamos encontrarán los detalles.

TAGS RELACIONADOS