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Redacción PERÚ21

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Gianfranco Castagnola,Al.Mercadogcastagnola@peru21.com

El foco de atención de Europa se ha trasladado estos días a Chipre, isla de 1.1 millones de habitantes cuyo PBI es solo el 0.2% del de la Eurozona. Su economía está basada en el turismo, los servicios financieros y el sector inmobiliario. Tiene fuertes lazos comerciales y financieros con Grecia. Por ello, su banca entró en serias dificultades.

La UE y el FMI diseñaron un paquete de rescate por €10 mil millones que incluía la aplicación de un impuesto (realmente, una expropiación) a los depósitos bancarios de 6.75% hasta €100 mil y de 9.9% por encima de esa cifra. Las autoridades europeas pretendían, de paso, 'castigar' a un sistema financiero que es considerado un paraíso fiscal (el 40% de los depósitos pertenece a extranjeros, la mayoría rusos, y se cuestiona el origen de esos fondos). La medida no fue aprobada por el Parlamento chipriota.

Si su gobierno no diseña antes del martes un paquete aceptable para las autoridades europeas, Chipre sería el primer país de la Eurozona en entrar en bancarrota. El gobernador de su Banco Central, Panicos Demetriadaes, debe de estar haciendo honor a su nombre.