Según la ONU, casi un cuarto de los 30 millones de venezolanos necesita ayuda urgente. (Foto: AFP)
Según la ONU, casi un cuarto de los 30 millones de venezolanos necesita ayuda urgente. (Foto: AFP)

El movimiento opositor al chavismo no es el primero desde 1999, pero el que lidera Guaidó es el más importante. Maduro no tiene el carisma, ni inteligencia de Hugo Chávez. La “autoelección” de Maduro (52% de abstención) en su segundo mandato (2018) no es reconocida por EE.UU., la OEA, la UE, ni el Grupo de Lima, que consideran a Guaidó legítimo “presidente encargado”.

Y aunque Maduro es apoyado por Rusia, Cuba, China, Turquía, Nicaragua y México; los “amigos de Chávez” tienen un nuevo régimen político: Bolsonaro (Brasil), Macri (Argentina), Piñera (Chile). El Perú desde PPK es confrontacional con Maduro y Colombia tiene una relación tensa.

A diferencia de otros opositores (Capriles o López), Guaidó preside la Asamblea Nacional, surgida del voto popular en 2015, por lo que tiene cargo oficial y legal en el estamento político y jurídico. La presión internacional y protestas han descolocado a Maduro; las fisuras en la cúpula militar pueden acentuarse y su fractura podría acabar con la dictadura.

La propuesta de Guaidó de amnistía a militares va en la línea de resquebrajar tal unidad. La situación es crítica e insostenible, sin DD.HH., electricidad, alimentos ni medicinas. Las sanciones económicas (bloqueo de cuentas y cese en la compra de petróleo) también golpean. El Grupo de Lima se opuso a la intervención militar, pero dadas las circunstancias, nada debe descartarse. El Consejo de Seguridad de la ONU autoriza el uso de la fuerza cuando hay amenaza a la paz o actos de agresión. ¿La situación podría entrar en dicha tipificación? La caída del chavismo ha sido prevista antes, ahora sí podría ser cuestión de tiempo.